Lando Norris tuvo un complicado Gran Premio de Arabia Saudí. Una mala sesión de clasificación, en la que sufrió un accidente, le condenó al décimo puesto en parrilla y, aunque remontó con bastante solvencia hasta el cuarto, no pudo evitar que su compañero en McLaren le 'robara' el liderato del Mundial.
Mientras él sufría en ocasiones para recuperar (en especial en una bonita lucha con Lewis Hamilton), Piastri volaba hacia la victoria ganándole el pulso a Verstappen y dejando dos perlas en carrera: el propio adelantamiento al poleman en la primera curva y la espectacular e inverosimil pasada a Lewis Hamilton antes de llegar al ecuador de la prueba.
Más allá de lo sucedido en concreto en la carrera de Jeddah, Lando Norris daba una clave interesante sobre su momento deportivo actual, ahora que se le exige mucho más desde que el McLaren es el coche referente (hace casi un año, tras el GP de Miami). En uno de los podcast oficiales de la F1, Norris confesaba su propia debilidad... que algunos ya habían observado en él.
"Probablemente me pongo demasiada presión a mí mismo. No por nada, no porque pueda optar al campeonato o esas cosas... simplemente porque quiero hacerlo siempre bien, quiero las poles, quiero las victorias, quiero ser perfecto. Y creo que hay que aceptar que no voy a ser perfecto", dijo.
Me pongo demasiada presión. Pero no por el campeonato: porque quiero ser perfecto
"Estoy haciendo más errores por intentar serlo que los aciertos que me supone. Así que creo que tengo que estar más relajado. Confiar en mi velocidad, porque tanto hoy como durante la temporada ha sido buena. Creo que la mejor.
Ese cambio ha empezado... incluso por su actitud en la parrilla de salida, donde pese a partir 10º, en una posición poco habitual para él, se lo tomó de otra manera. "En la parrilla estaba muy relajado. Me llevé los auriculares, algo que nunca había hecho antes, para ponerme música que me gusta". Esa es la primera parte de la relajación que se ha recetado a sí mismo, aunque después se le olvidó lo de dejar de presionarse: "Tengo que darme más oportunidades los sábados. Es fácil decirlo pero creo que tengo que hacer mejor trabajo los sábados. Y es en lo que estamos trabajando", dijo.
Así fue su lucha con Hamilton
Uno de los momentos álgidos de su carrera fue la lucha cuerpo a cuerpo contra el heptacampeón mundial, Lewis Hamilton... al que le costó superar más de lo que debería (de hecho, Andrea Stella, su jefe en McLaren, lo consideró clave para no subir al podio).
El británico explicaba así lo que sucedió: "Lewis jugó bien en el arranque, me costó tres vueltas adelantarlo. En la primera pensé que me separaría de él; en la segunda frenó muy pronto y y me cogió desprevenido, tuve que esquivarlo. Y ya en la tercera aprendí la lección".
Por lo demás, Norris estaba contento con el devenir del Gran Premio y su resultado final: "Fue lo único, en el resto de la carrera tuve buen ritmo. Acabé apenas a nueve segundos de la cabeza". Y eso que sufrió constamentemente una sitaución en la que el McLaren parece tener una debilidad: el aire sucio.
"Es increible la diferencia que hace el aire limpio. Incluso teniendo un coche cinco segundos por delante, que crees que no te afecta... en cuanto se quita, el coche revive, las ruedas se enfrían un poco...". Claro, que en ese lío se metió el solo por su error del sábado.
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