- Estadísticas del partido Así vivimos el Rayo-Villarreal
El avión que lleva equipos de LaLiga a la Champions tiene casi asegurada una plaza extra para la próxima temporada. Y el Villarreal, que estaba el primero en la fila cuando se enteró del chivatazo, ha saltado la cuerda de terciopelo y la ha vuelto a cerrar tras de sí. El Rayo intentó usar la picardía del barrio para levantarle el sitio y colarse, pero entre el VAR y Ayoze le alejan del sueño... aunque Iñigo todavía sigue en la agencia de viajes para ocupar plaza en Europa League o Conference.
El Villarreal salió a instalarse en cada esquina, en cada azotea y en cada posición estratégica del campo para intentar sorprender pronto al Rayo. En el minuto 5 Comesaña, espía infiltrado en las filas amarillas y conocedor del terreno, metió un gran centro que Barry no pudo dirigir a portería con la cabeza. Los de Iñigo estaban incómodos y además perdieron a Isi a los 13 minutos. Ayoze tuvo otra gran ocasión en el 25' y, desde entonces, el Rayo empezó a carburar. Hasta que Figueroa Vázquez abrió el micrófono en la sala VOR allá por el minuto 40.
Lo de Cardona y De Frutos, en un fútbol sin VAR, acaba en reproche del jugador del Villarreal, amago de bulla y abrazo entre ambos. Con VAR lo que tenemos es a un jugador que no se quiere levantar del suelo hasta que obliga a un árbitro que está a tropecientos kilómetros del césped a llamar al árbitro del campo por un pinganillo, para ver si logra expulsar al rival. Y lo consiguió. De Frutos se equivocó doblemente. Primero por lanzar la pierna y segundo por no recordar que hay cámaras. De criterios y excesos de protagonismo de árbitros que no están respirando el mismo aire que los protagonistas reales del partido ya está todo dicho.
El Rayo no salió a la segunda parte a aguantar, salió a ganar. Con diez sobre el verde quiso tener la pelota, pisar campo rival y poner en problemas a Diego Conde, pero Álvaro no aprovechó un mal pase atrás y Foyth le negó el gol a Álvaro tras un buen centro de Embarba. Pero acabó sucumbiendo en la jugada que más puede molestar a un entrenador: a balón parado. Baena la puso desde la esquina, Pedro Díaz perdió de vista un segundo la pelota y otro su marca y Ayoze aprovechó para escaparse en el escondite inglés al que estaban jugando y cabecear junto al palo de Batalla.
El gol enfrió Vallecas, pero no lo congeló. Los amarillos no sentenciaron y el Rayo se agarró a esa rendija de luz para intentarlo hasta el 95', con el debut de Etienne Eto'o, pero sin suerte. Los vallecanos se quedan a nueve puntos del Villarreal, que se queda a un punto de la cuarta plaza del Athletic. La Cerámica ya se prepara para engalanarse de Champions.
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