Con 10 puntos de margen sobre el 9º clasificado y apenas 15 por jugarse, el Betis ha dejado esta noche prácticamente sellada la que debe ser su quinta clasificación consecutiva para disputar competiciones europeas. El equipo de Pellegrini, con mucho más sufrimiento de lo que refleja el marcador final, ha terminado goleando al colista, un Valladolid que ha caído por 5-1 en su visita al Benito Villamarín certificando de manera matemática su descenso a Segunda división. Una triste despedida en medio de una fiesta.
Los pucelanos llegaban a Heliópolis desahuciados tras una temporada para olvidar. Y ni siquiera los cambios de su técnico en el once titular ni la gran actuación de Raúl Moro sirvieron para cambiar una dinámica muy negativa, con una única victoria en todo lo que va de 2025, la que logró precisamente frente al Betis en enero en el José Zorrilla. Hoy, pese a unos primeros 60 minutos notables, no tuvo opción ante un Betis arrollador que supera provisionalmente al Villarreal, se pone 5º a la espera de que el 'submarino' juegue su partido aplazado y se da una licencia para soñar.
Gran reacción pucelana al gol de Jesús
El equipo de Álvaro Rubio, tirando de orgullo, salió dispuesto a plantar cara. Suyo fue el primer remate a portería, de Raúl Moro, atrapado por Adrián. Pero como suele decirse, a perro flaco, todo son pulgas. Apenas seis minutos habían pasado cuando su capitán, Javi Sánchez, se fue al suelo tras una acción defensiva en la que estiró demasiado la pierna y rápidamente pidió el cambio. El central salió del campo caminando con dificultad y entre lágrimas. Entro en su lugar Aidoo, que fue protagonista involuntario el primer gol del partido.
Poco después del primer cuarto de hora, Isco maniobró por la derecha, buscó al Cucho en el área con un toque sutil, el colombiano peinó el balón de cabeza y el central ghanés, prácticamente en su primera intervención, despejó mal y tal vez con la mano... No fue necesaria revisión por parte del VAR porque Jesús Rodríguez, muy atento, cazó el balón suelto en el área y con un remate de primeras con la derecha lo puso en la red para abrir el marcador.
Ya con ventaja, los de Pellegrini empezaron a dominar en busca de un segundo tanto que les diera tranquilidad. Sabaly pidió penalti por un agarrón de Aznou que no se contempló. Y poco después, el fútbol volvió a demostrar que cuando las dinámicas son negativas, absolutamente todo se pone en contra. El lateral marroquí del Valladolid se incorporó al ataque, pisó el área y se fue al suelo después de un golpe ligero, pero imprudente de Fornals. Exageró tanto su caída que ni Hernández Maeso en el césped ni Del Cerro Grande desde el VAR quisieron entrar, aunque pareció penalti.
Los blanquivioletas, lejos de venirse abajo, siguieron insistiendo, cada vez mejor plantados sobre el césped. Entre bronca y bronca de Antony con Aznou, Jesús perdonó una ocasión clarísima tras una contra guiada por el Cucho. Y casi de inmediato, una buena acción de Latasa saliendo de la presión permitió a Raúl Moro correr con espacios y filtrarle un gran balón a Chuki que, sorteando una horrible salida de Adrián, hizo un empate que descolocó por completo al Betis.
Se fue Raúl Moro y el Betis se desmelenó
Los minutos finales del primer tiempo fueron de nervios para la grada, con el Valladolid poniendo en apuros a Adrián desde el córner. Así que Pellegrini, al que no le gustaba lo que estaba viendo, no dudó en dar entrada a Lo Celso tras el descanso en lugar de Fornals con la intención de tener más balón y más gol desde segunda línea. El resultado, sin embargo, no fue de inicio el esperado porque los de Álvaro Rubio arrancaron la segunda parte igual que se habían ido a la caseta.
La verdad es que, de haber jugado y corrido así durante toda la temporada, difícilmente estarían el conjunto blanquivioleta en la situación en la que está. Aunque lo cierto es que todos los pequeños detalles iban en su contra. Como en un manotazo de Natan a Raúl Moro cuando se iba solo hacia la portería que no fue roja para el central brasileño porque justó antes de su golpetazo el extremo tocó el balón con la mano sacando ventaja.
Pellegrini y Rubio movieron sus banquillos. El técnico riojano sacó del campo a Raúl Moro, de manera inexplicable, y sin la amenaza del que estaba siendo el mejor jugador del partido, el Betis se quitó un problema de encima y se desmelenó. Un centro de Bartra cabeceado por el Cucho sirvió para poner el 2-1 en el marcador. Y casi de inmediato, un gran balón de Antony al espacio sirvió para que Ruibal llegara a línea de fondo, pusiera el centro atrás e Isco, girando su tobillo mágico, sentenciara el partido con el tercero de su equipo.
Aún hubo tiempo para que Perraud, que se estrenó como asistente el lunes en Montilivi, tirara una pared con el Cucho y pusiera un zapatazo con la zurda en la escuadra para hacer el cuarto; y para que Abde, en un eslalon dejando a dos rivales atrás, cerrara con un quinto gol un triunfo mucho más complicado de lo que reflejó el marcador final y que pone al Betis, al menos de manera provisional, en el quinto puesto. Los verdiblancos, a los que les sale todo, quieren escuchar el año próximo en La Cartuja la música de la Champions. Al Valladolid le tocará trabajar para intentar volver cuanto antes a Primera...
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