"Nos hemos reunido varias veces para preparar bien este nuevo desafío y lo hemos estudiado juntos para poder disfrutar ahora del fruto de tanto trabajo", confiesa a MARCAMarc Vercammen, General Manager en GrassMax Systems, que se rinde al brillante trabajo de José María Fernández, jefe de terrenos de juego y jardinería del Real Madrid, con el minucioso plan que ha realizado el club blanco en el Santiago Bernabéu para recuperar la grandeza de su alfombra verde. Un trabajo sin descanso para tratar de dar con la tecla definitiva en el hipogeo blanco.
Y como pasa con cualquier innovación, el tiempo se antoja como una pieza fundamental en el recorrido por lograr el éxito. Un ambicioso proyecto que requería de una máxima que nunca falla: equivocarse es la mejor manera para aprender. Los operarios iban a ciegas porque el nuevo diseño era tan novedoso que nunca se había hecho. Todo pasaba por hacer pruebas y más pruebas... y una temporada más tarde, una en la que se cambió el césped hasta en cinco ocasiones, el estadio blanco parece haber recuperado su seña de identidad. Un verano cargado de trabajo que ha servido para coser por primera el campo retráctil gracias a la versatilidad que ofrece ahora el nuevo terreno de juego del estadio.
Es el llamado césped híbrido, no sintético porque psicológicamente al jugador no le gusta
Un cosido que agradece el futbolista
"En julio instalaron el césped, lo dejaron establecerse para que se pudieran anclar las raíces y después lo cosimos con las cuatro máquinas que llevamos al estadio", explica sobre el proceso realizado en el que tuvieron que ir a contrarreloj para cumplir con el plazo establecido de 5 días. "Las máquinas inyectaron hilo sintético cada dos centímetros y con una profundidad de 18 centímetros, pero la complejidad en este cosido estaba en el sistema de las bandejas. Tuvimos que adaptar la máquina en las juntas para poder coser con un poco menos de profundidad por la diferencia de inclinación", explica. "Esta inyección apoya al césped natural. Las raíces se anclan a los hilos sintéticos y gracias a la profundidad a la que llegamos, hay mucho espacio para que encaje muy bien. Es el llamado césped híbrido, no sintético porque psicológicamente al jugador no le gusta. Es un refuerzo del césped natural".
Ofrece al jugador una superficie muy estable, en el que no hay sorpresas ni deformaciones... y lo que provoca que el riesgo de lesiones también sea inferior
"Este cosido también provoca que haya menos daño al campo y con los 20 millones de perforaciones que realizan las máquinas de coser también se acelera el drenaje. Además, ofrece al jugador una superficie muy estable, en el que no hay sorpresas ni deformaciones... y y lo que provoca que el riesgo de lesiones también sea inferior. Solo sufre la planta, pero en unos días, con el buen trabajo que realizan en el Madrid, se recupera. Todo esto provoca que sea una plataforma muy segura para los artistas (futbolistas) y muy previsible en el que saben que va a pasar en todo momento", cuenta sobre cosido híbrido que se ha llevado a cabo en el césped.
La ventana que ofrece el hipogeo... para igualar al fútbol inglés
"Si todo funciona bien, no hay ningún motivo para pensar que no se pueda tener un césped como los que tienen en el fútbol inglés", explica sobre las diferencias que existen con los campos ingleses, que siempre tienen una 'ventana' en la que no utilizan el césped durante 7 semanas para sembrar el césped y alcanzar así el gran nivel de todos los años. Algo que permite ahora el hipogeo blanco gracias a sus bandejas que permiten guardar el terreno de juego. "La idea es que este cosido se vaya a quedar varios años y al final de cada temporada se regenerará con una limpieza total de la parte orgánica. Hay en campos donde el cosido híbrido ha durado 15 años".
Así las cosas, el Real Madrid ha calcado el proyecto en los campos 1 y 2 de Valdebebas, donde entrenan los hombres de Carlo Ancelotti, para poder entrenar en las mismas condiciones que en el Santiago Bernabéu. Unificar el tipo de superficie para dar más seguridad a los futbolistas y que puedan encontrar las mismas sensaciones en los dos escenarios con la máxima facilidad posible. Antes tenían malla sintética que se rellenaba de arena, se sembraba y después de transportaba como tepe híbrido. Un plan que siempre tuvo en mente el jefe de terrenos de juego y jardinería del Real Madrid y que ha terminado viendo la luz esta temporada.
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