El Mallorca afrontaba el choque ante el Athletic con la misión de volver a colarse en la zona europea y con el ‘caramelo’ de, incluso, poder empatar con plazas de a la Champions League. Pero a los 23 minutos se encontró con la expulsión de Samú Costa que cambió cualquier plan ideado por los de Jagoba Arrasate, que apostó fuerte desde el inicio repitiendo la dupla formada por Muriqi y Larin.
La tensión se apoderó de jugadores, cuerpo técnico y la grada de Son Moix en un cúmulo de situaciones que acabaron con seis amonestaciones para los bermellones en solo 45 minutos. Se vio al Arrasate más enfadado desde su llegada al banquillo de los baleares. Estuvo rápido el técnico a la hora de modificar su sistema, con Mascarell en la expulsión o la entrada de Antonio al inicio del segundo tiempo. El punto era bueno, aunque suponía quedarse fuera de unas posiciones europeas que ilusionan. De un partido de toma y daca se pasó a la contención para seguir sumando.
Cierran la jornada séptimos con 18 puntos
De esta manera, el equipo de Arrasate cierra la jornada con 18 puntos. Se les escapa el seis de seis de los dos partidos consecutivos en Son Moix, pero las circunstancias hacen que el punto se dé por bueno. Y el objetivo real, la permanencia, sigue estando a una distancia considerable: nueve puntos. Ahora... tres días de margen con la visita a Vitoria, ya que los baleares cierran esta jornada, pero abrirán la siguiente.
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