- Atlético de Madrid. Cuti Romero, paso a paso
Aunque desde el pasado 28 de noviembre, cuando Cristian Romero mostró la ilusión que le haría vestir de rojiblanco a través de la visita de su representante al Cerro del Espino, eran conscientes en el Atlético de que su fichaje iba a tener que cocerse a fuego muy, muy lento, los primeros os con el Tottenham no han hecho más que confirmar que su contratación va para largo.
A nadie se le escapa que Daniel Levy, el presidente de los Spurs, es uno de los más duros negociadores en el mundo del fútbol, de ahí que se supiera que no iba a ser tarea sencilla arrebatarle a su capitán teniendo contrato en vigor. Por eso se contaba también con que fuera el mismísimo Miguel Ángel Gil el que tuviera que acabar poniéndose al frente de la operación, sobre todo teniendo en cuenta que sus buenas relaciones ya habían desembocado con anterioridad en las llegadas de Trippier, Doherty y Reguilón.
Ahora, casi siete meses después, pese a que el central argentino ya comunicara el pasado mes de marzo a la cúpula del club londinense su deseo de poner fin a sus cuatro años en la Premier, las primeras conversaciones entre el consejero delegado del Atlético y el presidente del Tottenham dejan claro que aún queda mucho partido para que el Cuti acabe a las órdenes de Simeone la próxima temporada.
De hecho, si antes de empezar a hablar Levy ya había fijado en 70 millones el precio de salida de Romero (en el verano de 2021 los Spurs tuvieron que dejarse 52 para sacarlo de la Atalanta), tras la conquista de la Europa League que permitió al Tottenham salvar la temporada (acabó la Premier el 17º, justo por encima del descenso) y clasificarse para la Champions dotó de más argumentos al máximo dirigente para no desprenderse de uno de sus mayores pilares.
Tanto es así, que el propósito de Levy pasa por ampliar su contrato más allá de 2027, ofreciéndole una mejora en sus condiciones que le pueda llevar a replantearse su deseo de decir adiós al Tottenham.
La voluntad del central, arma rojiblanca
Precisamente, el firme convencimiento del Cuti Romero de emprender una nueva aventura en rojiblanco (con el aliciente de ser dirigido por El Cholo y de compartir vestuario con los Julián, De Paul, Molina o Giuliano que le rodean en la selección) supone la gran baza con la que Gil Marín se sienta a la mesa de negociación con Levy.
En este sentido, la presión que siga ejerciendo el central a medida que vaya avanzando el mercado también se antoja clave para contribuir a rebajar las exigencias (aunque sigue siendo su objetivo número 1, el Atlético no está dispuesto a acercarse a los 70 kilos en ningún caso) del dirigente inglés, dispuesto también a aprovecharse de situaciones como la reciente primera capitanía del Cuti con Argentina para encarecer el precio.
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