Alcaraz reinó en La pista Philippe-Chatrier y se coronó, por segundo año consecutivo, campeón de Roland Garros, después de vencer a Jannick Sinner en un partido de más de cinco horas, el más largo en la historia de la competición (4-6, 6-7, 6-4, 7-6 y 7-6). De esta forma alcanza su quinto Grand Slam. "Yo ya estoy contento por haber puesto nuestros nombres en la historia de los 'Grand Slam", comentaba al finalizar el encuentro el tenista español.
El partido acabó en torno a las 21:00 h y después de celebrar en la pista se fue con su familia, amigos y cuerpo técnico al restaurante Sienna, justo al lado del hotel Villa Marquis, que es donde se alojan durante el torneo. Una tradición en los deportistas de élite acudir a ese establecimiento. Todos los que asisten tienen que firmar un plato para después colgarlo en la pared. En el caso de Carlos Alcaraz es el segundo año consecutivo que festeja la victoria en ese establecimiento.
Allí, en el restaurante de comida italiano, tuvo una gran fiesta donde, como muestran las imágenes que circulan por redes, se ve a Carlos feliz y celebrando por todo lo alto que se vuelve a proclamar campeón de Roland Garros.
No se alargó la fiesta porque tenía que madrugar para estar en Madrid por temas personales. En la tarde de ayer aterrizó en Ibiza para desconectar y cargar pilas tres días antes de Queen’s.
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