Hadjar destroza su llanta en otra trampa de Mónaco

El Circuito de Mónaco tiene tantas trampas como muros, subidas, bajadas y curvas. La vuelta es de un poco más de un minuto, los pilotos entran en trance cuando enlazan vueltas rápidas, pero el peligro está en cada milímetro mil medido. Ya lo conoce de primera mano el rookie Isack Hadjar, que pese a ser una de las revelaciones de la parrilla, sufrió un contratiempo enorme en la trascendental FP2.

El novato francés fue una agradable sorpresa del primer entrenamiento y finalizó en 13ª posición con un coche muy competente en vueltas lanzadas. Allí ya confesó que sufría algún problema. "No he tenido tanto tráfico en mi vida", relató. Fue peor lo del inicio del FP2, cuando exprimió un límite y se llevó la peor parte.

Hadjar vivió un típico accidente de Mónaco. Salía con el pie en la tabla tras el túnel, entró a la 'Nouvelle Chicane' buscando recortar espacio y una de las protecciones le frenó. Entró muy justo, golpeó su Racing Bulls y reventó la llanta trasera izquierda. Un accidente que dice "Bienvenido a Mónaco" a gritos, que aunque se estudie, es habitual que ocurra.

Los comisarios sacaron rápidamente la bandera roja, aunque pareció algo precipitado. Hadjar pudo reemprender la marcha y llegó hasta el box con la zona trasera tocada y algún posible problema en suspensiones o el palier de su coche. Mal menor, de cualquier forma. En Mónaco la cosa puede ir mucho peor.

No fue el único susto al inicio de viernes de los Racing Bulls. A su compañero Lawson le ocurrió por la mañana, pues se topó con Hamilton en la salida de Antony Noghés. "Es lo que siempre hace", dijo su ingeniero por radio. Casi nada.