Cómo cambia la cosa tan rápido. Lewis Hamilton pasó del cielo al infierno en algunas horas. “Nunca pensé que llovería en Miami”, dijo nada más salir del Ferrari en el sprint. Había sido tercero, fue el mejor con la estrategia al adelantarse al resto -junto a Tsunoda- para montar secos y arañó un resultado enorme. Pero todo se torció en una Q2 mala. Le hará salir 12º tras mil problemas, algo sigue sin funcionar.
“Tenemos problemas con los frenos, problemas con la inestabilidad que nos afecta y no somos lo suficientemente rápidos”, declaró el siete veces campeón tras su mal resultado. Volvió a padecer con un SF-25 que no se adapta a él. Ni el nuevo suelo que sí ayudó a Leclerc le beneficia, y su estilo de pilotaje no termina de encontrar réditos. En Miami se percibió con los bloqueos en las curvas más complicadas del último sector. Así no hay quién cierre una vuelta rápida.
Puede encontrar cierto consuelo en el balance general de Ferrari. No están en Miami y ve como Williams, con los lanzados Sainz y Albon, les han comido terreno. Aunque la carrera siempre es un territorio diferente y allí demostró Hamilton que sabe reinventarse. Aunque fue en la versión corta. “Incluso llegar a la Q3 es difícil para nosotros. Una vez que estás en desventaja, es difícil puntuar”, apuntó el 44.
Incluso llegar a la Q3 es difícil para nosotros. Una vez que estás en desventaja, es difícil puntuar
Los sprints son, de momento, lo que sostiene su candidatura. Ganó el de China, uno en el que ejerció de ‘dueño y señor’ con su comprensión de la degradación. Añade el de Miami para tener un botín mayor al que muchos pueden esperar con un coche que no es suyo ni se parece a los que han sido seña de identidad de su carrera. “Vendrá otro día duro, pero lo intentaremos de nuevo. Me sigo acostumbrando, pero lo seguiré intentando. Y volveré a la fábrica la semana que viene para seguir adelante”, contó.
Vendrá otro día duro, pero lo intentaremos de nuevo. Me sigo acostumbrando, pero lo seguiré intentando. Y volveré a la fábrica la semana que viene para seguir adelante
A Hamilton y a Ferrari les queda remar. “No puedo ir más rápido que esto”, llegó a decir Leclerc en la qualy. Y es el resumen de un coche que no está entonado y ve cómo McLaren, Red Bull y Mercedes les ganan terreno. Desde el 12º tendrá que tirar su fichaje estrella tratando de alcanzar otro milagro.
"Somos inconsistentes hagamos lo que hagamos. Intentamos no hacer grandes cambios en la configuración del coche, pero no seguimos sufriendo mucho", cerró el británico. Vive mil y un penurias con un Ferrari que se sigue cayendo por su propio peso.
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