Nunca le fue mal a Carlos Sainz esperar hasta el último minuto, como su equipo de fútbol del alma. Así llegó el acuerdo con Toro Rosso allá por 2014, en Abu Dabi, la última carrera, con el Rey Juan Carlos hablando con los dueños emiratíes de IPIC (Cepsa) en el box del equipo y empujando para dar una oportunidad al chico. Habían echado a Vergné, Carlos era uno de los cuatro de la terna... el acuerdo llegó de un día para otro, en el último segundo entró al fin en la F1, tuvo su oportunidad y casi va para una década ya.
Tampoco en 2020 cuando llegó una oferta de Ferrari con la que pocos contaban, pero en la que los suyos sí dejaban un margen de éxito, sobre todo su padre, aunque fuera escaso. Estaba, "en el lugar justo en el sitio adecuado. Que puedes ser buenísimo, todos lo somos cuando llegamos, pero también hay que estar en el momento adecuado para aprovechar", decía ayer en Montreal en referencia a las opciones de futuro de Pepe Martí. Pero un poco también su propia capacidad de resistir y esperar.
Ahora es Mercedes quien duda sobre quién debe sustituir a Lewis Hamilton. Han hablado con Sainz, saben que gana carreras a Verstappen, que está en la edad, que juega en equipo, pero no terminan de deshojar la margarita y siguen tirando de test y más test con Kimi Antonelli, futuro brillante, presente aún no tanto. El propio Sainz recuerda que él estuvo igual en el verano de 2013, en Silverstone en su primer test con un F1, el de Red Bull. Según él mismo reconoció a MARCA, "esos test salvaron mi temporada, porque yo sé con qué ruedas iba, con qué combustible, y el que llevaba Vettel ese día". Y así fue, al poco llegó a la F1 ¿Le salió igual de bien a Antonelli su reciente test? Carlos ya es zorro viejo y resiste. Se resiste a firmar nada negro sobre blanco. Está difícil llegar a la estrella, nadie lo niega y todos lo saben, pero no imposible.
Con la certeza además, de que una victoria en Canadá sería darle de nuevo la vuelta a la tortilla Carlos sigue jugando su partida. Visto lo visto con Márquez y Ducati, la forma en la que adelantó por la izquierda a Jorge Martín, Carlos hace suya la aventura de su amigo Marc y el clásico de que 'hasta el rabo todo es toro'. "Peleo aquí por la victoria, como peleamos en Mónaco y luego en la carrera de casa, Montmeló, tengo que centrarme en maximizar mis opciones y no en las ofertas sobre mi futuro", comenta.
"Es mi equipo y mi gente quien estudia y analiza todo, ya nos sentaremos en su momento con todas las cartas sobre la mesa y decidiré la mejor opción de todas las que tengo", insiste Carlos, al que Williams le quiere ya, y Sauber (Audi desde 2026) le quiere desde hace meses y le sigue esperando. Williams en 2025 sería más fuerte que este Sauber que ahora está esperando el desembarco alemán, y también con motor Mercedes, con medio coche Mercedes y personal ex Mercedes al frente además de grandes vínculos entre ambos.
La decisión puede cristalizar la próxima semana, antes del Gran Premio de España del 21 al 23 de junio, un lugar ideal para un anuncio, aunque no es el límite, pero sí que marca justo la mitad del año natural, un clásico en los contratos de F1 con sus cláusulas y sus tiempos.
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