El descenso de la UD Alzira a Tercera RFEF ha derivado en una profunda crisis institucional que ha estallado públicamente en las últimas horas. Lo que comenzó como un escueto comunicado del club para anunciar la salida de 14 futbolistas ha terminado con una dura réplica por parte de la plantilla, canalizada a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Los jugadores denuncian impagos, promesas incumplidas y condiciones indignas durante la temporada.
Todo comenzó este jueves, cuando el club valenciano emitió un comunicado oficial en el que anunciaba que 14 jugadores no continuarían en el equipo tras el descenso. La nota, además, dejaba entrever que la decisión se basaba en una supuesta falta de compromiso: "La UD Alzira apuesta por un cambio profundo en la estructura deportiva, con personas alineadas con el compromiso, la responsabilidad y los valores que esta institución se merece".
El mensaje no sentó nada bien en el vestuario. Menos de 24 horas después, los futbolistas afectados respondieron con otro comunicado, en el que cargan con dureza contra la gestión del club durante la temporada y defienden su profesionalidad. "Hemos estado tres meses sin cobrar, teniendo que pagar gastos de pisos, hipotecas, gastos de coche, etc", denuncian.
Los jugadores del Alzira también señalan que, pese a los impagos, no se pronunciaron públicamente durante el curso para no perjudicar al equipo: "No ha habido nunca enfrentamiento alguno entre jugadores y directiva porque creíamos que ya era bastante complicada la situación".
Uno de los episodios más dramáticos se produjo tras el paso de la DANA, cuando varios jugadores vieron sus viviendas afectadas y aun así continuaron cumpliendo con sus obligaciones: "Algunos futbolistas afectados tuvieron que viajar durante 4 horas al día en coche para entrenar y posteriormente seguir limpiando casas o negocios de familiares".
Además, aseguran que el club rompió su palabra respecto a la renovación de varios futbolistas. "Se nos comunicó que podríamos denunciar los impagos porque estábamos en nuestro derecho y que no habría represalias. Sin embargo, a muchos jugadores a los que se les ofreció renovar al finalizar la temporada, se les ha cancelado dicha oferta, enterándose de ello por el comunicado del club".
En el caso de Adam Jari, según detallan sus compañeros, la deuda alcanzaría las ocho mensualidades. Y no sólo eso, sino que también acusan a la directiva de poner en riesgo el rendimiento deportivo del equipo con desplazamientos maratonianos: "Hemos viajado más de una vez el mismo día del partido, teniendo que hacer entre 10 y 12 horas en autobús".
El comunicado finaliza apelando al respeto por la afición y dejando un 'dardo' contra la directiva actual: "No queremos perjudicar en ningún momento a la UD Alzira ni a la afición, que están muy por encima de las personas que ahora gestionan el club. Esta denuncia va dirigida a aquellos que se escudan detrás de sus redes sociales y vierten acusaciones hacia los jugadores".
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