Ancelotti eleva a Casemiro a la categoría de jefe en su estreno con Brasil

Brasil necesitaba de algo llamativo e importante para activar a la selección. El estímulo lo encontraron en Carlo Ancelotti, al que persiguieron durante dos años hasta lograr que el italiano se siente en el banquillo de la pentacampeona como máximo responsable técnico. El estreno tendrá lugar en Guayaquil, en la madrugada del jueves al viernes. No estarán todos (Neymar no lo tiene fácil eso del regreso), pero lo que sí se ha encontrado el ex del Real Madrid son jugadores con ganas de dar la vuelta a la situación, empezando por asegurar la presencia de Brasil en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Hay entusiasmo, el contagiado por la afición por la llegada del que fuera entrenador del Real Madrid en dos etapas y seis temporadas.

Le han bastado dos semanas a Ancelotti para que se dé cuenta de lo que significa el fútbol en su nuevo destino. Pasión y fervor por los cuatro costados. Lo ha comprobado en los estadios de Botafogo, Flamengo y Corinthians y las mareas humanas que se forman alrededor de cada partido. No le asusta la presión, tal y como ha demostrado en todos los equipos, pero en esta ocasión lo que hay detrás no es una afición y sí todo un país. O eso espera y va a buscar.

Su esquema preferido y el no a Neymar

El técnico nunca ha ocultado aquello de que su esquema es el que mejor se adapte a las circunstancias de sus jugadores y como ahora puede elegir a los futbolistas, se inclina a jugar tal y como lo ha hecho en el Real Madrid en los últimos tiempos, es decir, 4-3-3. Esquema ofensivo que exige a los de arriba trabajar, algo que se lo ha recordado en los últimos días y que si no lo practican, ya estará Casemiro sobre el césped para recordárselo a los compañeros en la misma cara.

La libertad absoluta que le han transmitido desde la Confederación Brasileña, se ha transformado en una lista sin ataduras, con mucha presencia de futbolistas que juegan en equipos brasileños y otros muchos con pasado directo con Ancelotti. El mejor ejemplo en lo de la ausencia de ataduras es la ausencia de Neymar. El delantero y su entorno se movieron en busca de esa convocatoria, pero en la charla que el seleccionador tuvo con el ex del Barcelona quedó claro que si hay regreso será porque esté en plena forma y no por el nombre.

Charla definitiva entre Casemiro y Ancelotti

El todavía jugador del Manchester United va a ser la referencia para todo. El italiano antes de dar el sí buscó al mediocentro. Quería arrancar un sí del ex del Real Madrid. Para Ancelotti fue su colchón de seguridad y respiró profundo cuando supo que contaba con el sí de Casemiro.

No todo va a ser veteranía y seguridad (Gerson y Bruno Gimaraes estarán al lado de Casemiro, con Marquinhos en el centro de la defensa), ya que el italiano se ha enganchado al descaro de Estevao. Dieciocho años contemplan al jugador del Chelsea todavía en Palmeiras, que junto a sus viejos conocidos como Vinicius y Richarlison, formarán el ataque del primer once del nuevo seleccionador brasileño, que busca una primera victoria para empezar a arrastra a todo el país con su equipo, gran objetivo de Ancelotti.

Ecuador, que estos dos partidos pueden sellar el pase al Mundial y que está por encima de Brasil en la clasificación, arrastra una sanción de la FIFA por gritos homofóbicos de una parte de sus aficionados y tendrá una capacidad reducida entre 20-25% del aforo gritos homofóbicos. Es la segunda sanción para una selección que ahora mismo tiene a Pacho y Hincapié, los dos centrales, como grandes referencias de un equipo que no para de crecer.