El primer curso de Jon Guruzeta en el fútbol profesional supera el aprobado. Las lesiones le han impedido tener continuidad durante un tramo de la temporada y, a pesar de la falta de regularidad, el donostiarra ha dado muestras de su proyección. Tanto en el comienzo de la 2024-2025 como en la recta final ha tenido protagonismo y ha demostrado que no le queda grande la categoría. A sus 25 años, se espera mucho de él en el futuro más cercano.
El objetivo del 21 de cara a la próxima campaña es seguir creciendo y tener más regularidad. Encaja bien en el estilo de San José. Puede actuar por fuera y por dentro, es uno de los jugadores que mejor se desenvuelve en espacios reducidos, tiene capacidad para recibir de espaldas, girar y acelerar el juego y también es agresivo para buscar la portería con su llegada desde segunda línea.
Las cualidades de Guruzeta son sobradamente conocidas y la misión es ser mucho más estable en su juego. Es una de las asignaturas pendientes. Por sus características, es un jugador que puede tener buena relación con el gol y las asistencias. La segunda campaña, con la experiencia de la primera, debe ayudarle a ser un jugador más importante y con una presencia más grande en cuanto a minutaje.
Suplente con San José en las nueve primeras jornadas del técnico, sus buenos minutos en la segunda mitad ante el Málaga, en la que tuvo varias situaciones claras, le permitieron ser titular en Tenerife, donde se reencontró con el gol. Repitió de inicio ante el Mirandés y el lunes volvió a formar parte del once. Fue clave en el gol de Corpas con una gran acción y marcó el 0-2. Sólo ha hecho tres goles y ha dado dos asistencias en 30 partidos, pero nadie duda de que debe ser un jugador importante a corto plazo. Por condiciones no será.
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