Jon Bautista se encuentra en el mejor momento de la temporada. Casualidades de la vida, la llegada de Beñat San José le ha cambiado por completo la cara y cada vez recuerda más al delantero que el pasado curso se destapó como uno de los mejores jugadores de la categoría con sus 17 goles. Este curso no va a ser capaz de alcanzar esas cifras, pero su mejoría en los dos últimos meses de competición es más que palpable.
El canterano de la Real Sociedad cumplió sanción ante el Oviedo y volvió al once titular el sábado en Zaragoza, donde firmó un doblete en cuestión de tres minutos que situaron al Eibar, por momentos, a cinco puntos de las posiciones de playoffs. Dos acciones similares, en la que el equipo armero progresó por dentro para acabar rompiendo por la izquierda, con dos balones de Cristian al área. En el primero, Poussin falló con estrépito y Bautista sólo tuvo que empujarla, mientras que en el segundo definió a la perfección ajustando al palo.
La falta de acierto en los últimos metros era una de las causas de la grave situación en la que se encontraba el Eibar hasta la llegada de San José. Un problema de eficacia claro. Bautista era el mayor reflejo de ello y ahora también es la personificación de la mejoría del equipo en este apartado. Ha pasado de promediar 0,12 goles por partido a 0,71. 5 de sus últimos 13 remates a puerta han sido gol. De los anteriores 14 tiros entre palos, sólo 3 habían terminado dentro de la portería.
"Muy contento en lo personal con estos dos goles que suman a los que ya había hecho esta temporada, pero es una pena que se nos hayan escapado esos dos puntos en los últimos minutos. Toca hacer autocrítica y preparar el siguiente partido". Los dos goles en Zaragoza permitieron a Bautista firmar su segunda mejor marca goleadora de su carrera en el fútbol profesional. Ambos han sido con la elástica armera. Termina contrato en dos meses y su renovación sería el primer gran fichaje para el próximo curso.
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