En estos meses de verano, muchas son las personas que cambian sus residencias habituales por otros hogares de carácter temporal durante el periodo vacacional. Desde apartamentos en lugares turísticos hasta hoteles. Pero, cada vez son más los que optan por comprar una caravana que les lleva hasta sus destinos y además les permite dormir y hacer vida en su interior.
Además de servir como casa, sigue siendo un vehículo y es por eso que debe mantener ciertas características para poder pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En estos meses de verano, son muchos los conductores que usan este tipo de caravanas, y es por ello que desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la istración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) recuerdan que deben estar atentos a estos detalles como con cualquier otro vehículo.
Pasos para pasar la ITV con una autocaravana
Lo primero que hay que tener en cuenta para pasar esta prueba sin más problemas es el tema de la documentación. Todos los conductores que tengan autocaravanas deberán tener localizada la documentación del vehículo. Y en esta deberán aparecer todas las instalaciones que tenga para ser presentada en la inspección.
Del interior de la caravana se revisará los cinturones de los asientos y el acondicionamiento de lo que se encuentre dentro del vehículo. El acondicionamiento exterior también es importante y deberá tener todos los elementos correctamente para poder pasar la inspección.
Como ocurre con el resto de vehículos es importante tener en perfecto estado todo el aspecto mecánico. El inspector revisará todo el tema relacionado con motor, frenos, luces, suspensión y demás, como en el resto de inspecciones de ITV.
Periodicidad de la inspección
Los s que quieran tener una caravana, también deberán estar pendientes de las fechas en las que hay que pasar la inspección. A pesar de las diferencias que presenta con el resto de turismos más convencionales, las autocaravanas tienen unos plazos similares a estos.
Todas las autocaravanas deberán completar una primera inspección cuatro años después de su matriculación. Una vez completada esta primera revisión, este vehículo deberá someterse a la prueba cada dos años, así hasta llegar a los diez. Una vez cumplido este plazo de tiempo, la inspección pasará a ser realizada de manera anual.
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