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Los coches de los de 'Sus Satánicas Majestades' han sido siempre muy irados. Prácticamente todos los componentes de los Rolling Stones han sido aficionados a los automóviles de lujo, pero ninguno como el caso de su batería: Charlie Watts, que los coleccionaba sabiendo que nunca los conduciría.
Watts, fallecido en 2021, adquirió en el año 1983 un Lagonda LG6 Rapide de 1939, un precioso convertible con motor V12 que se convirtió de inmediato en una de sus piezas predilectas. El coche es noticia porque según los organizadores del Concurso de Savile Row, una exposición de coches clásicos que se celebra en Huntsman (Reino Unido), será la primera oportunidad de ver este ejemplar en 40 años.
El gusto y el conocimiento de Watts salta a la vista cuando repasamos la peculiaridad de este coche anterior a la Segunda Guerra Mundial. La unidad del batería de los Rolling es una de las seis que se produjeron (lo cual ya nos deja clara su exclusividad)... ya que el conflicto paró la fabricación del modelo.
Además, este modelo fue uno de los más veloces de su tiempo. A finales de los 30 este Lagonda era capaz de superar las 100 millas por hora ( km/h), lo que lo convertía en una referencia en cuanto a prestaciones deportivas de la época.
Amante de los coches... sin tener carnet
Charlie Watts amansó una gran colección de coches, una de sus pasiones... pese a que el batería nunca tuvo licencia para conducirlos. "Sencillamente, me gustan las formas de los coches clásicos. No puedo conducirlos, así que me siento delante y escucho el brrrrrr... Creo que se le puede llamar la indulgencia del hombre rico", dijo el músico a la revista NME en una entrevista en la que se le preguntó por esta costumbre.
Curiosamente... esa idea rondaba su cabeza antes de hacerse multimillonario con la banda. "Si fuese rico, me compraría coches antiguos sólo para mirarlos, porque me parecen preciosos", dijo al periódico de su universidad en 1960, cuando era estudiante de arte. Con los 250 millones de libras que se cree que ganó durante su vida pudo, perfectamente, desarrollar esa afición.
El Lagonda LG6 Rapide es uno de los cinco grandes coches que se le atribuyen... y el resto no tiene nada que envidiarle. El Lamborghini Miura es uno de los más notables y otra joya que se le atribuye es el fastuoso Bugatti Type 57 Atlantic.
Quizá el más peculiar sea el Citroën 2CV... de un color amarillo idéntico al que condujo James Bond en 'Sólo para tus ojos'. No fue su único Citroën, porque también fue dueño de un Citroën SM con motor Maserati, la versión más exclusiva del famoso Tiburón que recientemente se sometió a subasta (se pedían más de 100.000 euros por él).