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El pádel se ha convertido en uno de los deportes más populares tanto en hombres como en mujeres. Es una actividad que se puede realizar en pareja y con amigos. Es muy versátil y, además, un deporte muy saludable y efectivo si lo que queremos es estar en forma o bajar de peso. Sin embargo, como sucede con cualquier deporte, puedes acabar lesionándote si no sigues las recomendaciones de los expertos. Para evitar esto, Marc Vidal, un experto en pádel; ha determinado cuáles son las lesiones más comunes en este deporte y cómo puedes evitarlas en la web Zona de Pádel.
Las lesiones más comunes en el pádel
Para los jugadores de pádel existen determinados músculos, tendones o zonas que se ven más afectadas debido al juego y los movimientos que se realizan en este.
Una de las más evidentes y que se da en otros deportes que guardan cierta relación con el pádel, es el llamado 'codo de tenista' o epicondilitis. Sucede cuando se irritan los tendones que unen el brazo con el antebrazo y se genera un dolor punzante en la región lateral que llega hasta el antebrazo y la muñeca.
Sin embargo, no solo te puedes lesionar de los brazos, manos y muñecas. También puedes lesionarte de zonas como la planta del pie, en lo que se denomina fascitis plantar. Esta es una inflamación de la fascia plantar que provoca un dolor muy molesto e intenso en el talón y la planta del pie. El tobillo también puede sufrir esguinces, principalmente.
El hombro es una de las zonas que más afectadas se ven debido a los movimientos que se realizan durante las partidas de pádel. Lo más común en el hombro es sufrir de tendinitis en el manguito rotador que te puede dejar sin jugar varias semanas. La lumbalgia también puede surgir tras jugar al pádel, debido a una asimetría en los movimientos de la región lumbar.
Cómo evitar estas lesiones
Marc Vidal da una serie de consejos que se pueden seguir para evitar caer en estas lesiones. Y es que, la mayoría de estas, son evitables si ponemos las medidas pertinentes.
Lo primero y principal es que se realice un calentamiento bueno y efectivo. Esto es clave para prevenir gran cantidad de lesiones. Además, debes realizar pausas cada veinte minutos para evitar sobrecargas e hidratarte correctamente ya que esto es esencial para que el músculo se recupere y se mantenga con el líquido suficiente para no romperse.
Además, es fundamental que se adquiera material adecuado que amortigüe correctamente. Ten en cuenta que, las superficies muy duras, pueden afectar a la espalda. Para ello, a parte de la amortiguación, es recomendable que no se apoye la parte trasera del pie.
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