En Barcelona esta temporada podría haber muchos nombres propios protagonistas de la gran campaña que ha hecho el conjunto culé. Lewandowski, Iñigo Martínez, Pedri, Szczesny Raphinha... Pero sin duda destaca por encima de todos uno. Hansi Flick. El técnico alemán, que cumple justo un año en el banquillo del Barça, ha sido el capitán general del barco culé y el principal artífice del cambio radical que ha sufrido el equipo de una temporada a otra. De ser un equipo sin alma e incapaz de pelear ante los mejores del mundo, a ser, en cuestión de meses, serio candidato a todo. Campeón de Liga, Copa y Supercopa de España, por el camino ha dejado a un Real Madrid al que le ha sacado los colores en cada enfrentamiento. El balance habla por sí solo. Cuatro partidos, cuatro victorias en los clásicos.
Efecto Flick
Ni el culé más optimista podría haber soñado con una temporada como esta. De vivir a la sombra del equipo de Ancelotti, los últimos años habían sido un suplicio para el equipo blaugrana. Ni hablar ya de cuando el equipo competía en Europa. Sin embargo, este año se ha producido un cambio que puede servir para asentar las bases de años venideros.
A base de mano dura y de mucho trabajo y compromiso, rápidamente los jugadores entendieron el método del ex del Bayern de Múnich. Futbolistas que no habían encontrado su sitio en el equipo y que, gracias a la llegada del alemán, se han convertido en imprescindibles. Algunos como Raphinha, Frenkie De Jong, que tenían incluso pie y medio fuera, han sido claves para subir notablemente el nivel del club. Sobre todo, en el caso del brasileño que, tras firmar la mejor temporada de su carrera, se ha colado entre los candidatos al Balón de Oro, tal y como reflejan los pronósticos de fútbol de Betfair que sitúan al brasileño como cuarto máximo favorito con una probabilidad implícita de levantar hacerse con el galardón del 14,28%.
Una revolución en base a la misma plantilla de años anteriores. Únicamente, el alemán ha podido reforzarse con los fichajes de Dani Olmo y Wojciech Szczesny. Precisamente estos dos, una apuesta personal que le ha salido realmente bien.
Triplete nacional
Todo trabajo tiene su recompensa. Por ello, los triunfos no tardaron en llegar. Un dominio abrumador durante toda la temporada que acabó obteniendo el premio de levantar hasta tres títulos. Un triplete nacional nunca antes conseguido en la Ciudad Condal en la misma temporada y que ha ratificado la superioridad culé respecto al resto de rivales. Sólo en el mes de noviembre, donde el club firmó una racha terrible, el equipo demostró alguna debilidad. Sin embargo, rápidamente se recuperó y ya nadie pudo parar al conjunto blaugrana.
En Liga, una remontada sublime permitió incluso celebrar el título con dos jornadas de antelación. En Copa, tras dejar por el camino al Atlético de Madrid en semifinales, los azulgranas se alzaron con el título tras derrotar al eterno rival en la prórroga. Y en la Supercopa, no hubo historia. Una manita culé sacó a relucir ante el mundo las debilidades del Madrid y la fortaleza azulgrana. Una triple corona nacional nunca antes vista que pudo culminar con la Champions. Pero un Inter sublime, sumado a la poca firmeza defensiva que el equipo ha mostrado en Europa, le dejó sin final. Quizás, ese ha sido el único punto a mejorar de cara al curso que viene.
Hegemonía culé en los Clásicos
La llegada de Flick sirvió para cambiar la dinámica también en los enfrentamientos ante el Real Madrid. Hasta la llegada del técnico, el equipo blanco se había llevado los últimos cuatro Clásicos disputados, síntoma de la diferencia que había entre ambos. Sin embargo, con la llegada del germano, todo cambió. Cuatro encuentros y los cuatro acabaron con el equipo culé celebrando. Con un balance de 16-5, el registro habla por sí solo. Capaz de remontar un resultado adverso en una final copera y un 0-2 en 45 minutos para acabar endosando cuatro en la primera parte, los otros dos enfrentamientos se saldaron con dos marcadores históricos. Un 0-4 en el Santiago Bernabéu que sirvió como carta de presentación y un 2-5 en una final de Supercopa que lo dice todo.
