Las tensiones internas dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han vuelto a ser noticia tras las declaraciones de Alfonso Guerra, histórico dirigente del partido, quien ha puesto en duda la limpieza del proceso de primarias que llevó a Pedro Sánchez a la Secretaría General. Guerra incluso llegó a insinuar que pudo haber habido un “pucherazo” en aquel proceso, alimentando una nueva ola de críticas en plena crisis de credibilidad institucional.
Sin embargo, las palabras del veterano socialista no han pasado desapercibidas. En el programa 'Espejo Público', de Antena 3, Gonzalo Miró ha reaccionado con contundencia: “Si Alfonso Guerra tiene pruebas de que hubo un pucherazo, que lo denuncie en un juzgado. Si no las tiene, sembrar la sospecha así es poco higiénico”, afirmó el tertuliano.
Gonzalo Miró defendió el liderazgo actual de Pedro Sánchez y recordó que “se ha ganado a la militancia”. “A estas alturas, hay que vivir con ello. Solo quedan dos añitos de legislatura, que no se preocupen tanto”, añadió, en clara alusión a la facción del llamado “viejo PSOE”.
Divisiones internas dentro del PSOE
La polémica ha reavivado el debate sobre las divisiones internas dentro del partido y el peso simbólico de figuras como Nicolás Redondo o el propio Guerra. Tal y como apuntó Marta Robles en el mismo espacio televisivo, “parece que estamos ante una nueva voz dentro del PSOE, aunque no esté registrada formalmente. Es el regreso del viejo PSOE, el de los tiempos en que también hubo mucha corrupción y problemas”.
Por su parte, Ángel Antonio Herrera consideró que Guerra, perteneciente a esa generación socialista con fuerte carga ética, está “acorralando a Sánchez con reproches constantes” que, según dijo, “tienen que ver con la legalidad”.
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