Suso encara emocionado su último servicio al Sánchez-Pizjuán

Los ciclos hay que cerrarlos bien. Son palabras de Suso tras la victoria frente a Las Palmas del pasado martes 13. "Hemos tenido tres años muy bonitos y otros duros", reconocía. Aunque era un secreto a voces, el jugador del Sevilla confirmaba ante las cámaras con los ojos enrojecidos que es su último año como nervionense. Su futuro apunta a un regreso a sus orígenes, al Cádiz CF. 

El Sevilla firmó al extremo en el mercado invernal de 2020. Fue el segundo refuerzo después de En-Nesyri. Suso regresaba a LaLiga después de militar en el Liverpool, Almería, Milan, Génova y de nuevo el Milan. Con sus luces y sombras, fue pieza fundamental en la consecución de dos UEFA Europa League (2020 y 2023), jugando ambas finales con el Inter de Milán y la Roma. Su calidad es incuestionable y sigue teniendo mucho fútbol en sus botas. 

Sus desavenencias con García Pimienta le relegó al banquillo cuando al equipo le empezaba a llegar el agua al cuello. Era incomprensible ver al gaditano sin pisar el césped en partidos donde el equipo era incapaz de enderezar el rumbo. Pero llegó Joaquín Caparrós y encontró a un futbolista comprometido, con muy buenos registros en los entrenamientos y valorado dentro del vestuario. Y le dio su sitio. Suso ha tenido minutos en los cinco partidos que lleva el utrerano en el banquillo. Ante Las Palmas fue titular, capitán y el jugador que más kilómetros recorrió en todo el encuentro.

Hizo un llamamiento a la afición con una simple historia de Instagram sin mensaje, únicamente con un fondo rojo, para que el Sánchez-Pizjuán se tiñese de este color para volcarse con su equipo ante Las Palmas, un encuentro clave para dejar prácticamente atada la permanencia. Hoy ha vuelto a subir una publicación. El coliseo nervionense lleno hasta la bandera y un simple mensaje: "Último", acompañado de dos corazones.