El artífice de la última victoria liguera del Sevilla ante el Barça y el calvario de lesiones que lo retiró

Han pasado nueve años desde la última victoria del Sevilla ante el Barcelona por liga. Aquel 3 de octubre de 2015 fue el danés. Michael Krohn-Dehli, el que abrió el marcador en el Sánchez-Pizjuán. 

El centrocampista venía haciendo una carrera destacada con su seleccionado y sus clubes, pero una rotura en la rodilla le impediría disfrutar el fútbol de lleno.

Una desafortunada lesión

Los sevillistas aprovecharon una lesión de Lionel Messi para obtener una victoria liguera ante los culés. Ni Neymar ni Suárez pudieron aquel sábado con Krohn-Dehli y compañía. Una corrida de Gameiro dejó al danés frente a portería para poner la primera diana. El segundo vendría tras un centro quirúrjico del danés para que Vicente Iborra convierta de cabeza. 

Un penalti de Neymar en el ocaso del partido sería lo único que el Barca podría obtener. El Sevilla se defendió como pudo y contó con suerte: tres palos de los blaugranas y un Sergio Rico inspirado en la portería. 

Aquel Sevilla de Banega, Gameiro y Emery ganaría una nueva Europa League esa temporada. Krohn-Dehli se perdería la final, en semis ante el Shaktar sufrió la peor lesión de su carrera.

A los 11 minutos de saltar al terreno de juego, tras un lance con Facundo Ferreira, se fracturó la rótula y quedó seis meses fuera. En enero de 2017, cuando parecía que se recuperaba, se lesionó la rodilla derecha en un nuevo traspié. En total fueron 371 días fuera de las canchas y un jugador que no volvería a estar en plenitud. 

Eurocopa, Celta y Depor

En 2012 Dinamarca cayó en el grupo de la muerte con Holanda, Alemania y Portugal. En el estreno de los daneses en el torneo, Michael marcó el gol del triunfo ante los holandeses e ilusionó a su país. Aunque no pudieron clasificarse a cuartos, su actuación en la copa le valió para llegar a LaLiga.

Fichó por el Celta de Vigo, con quienes estuvo durante tres destacadas temporadas. Aterrizó la temporada en la que el Celta retornó a Primera de la mano de Paco Herrera y en la que se salvó en la última jornada con Abel Resino en el banquillo. Tras su drama con las lesiones en Sevilla, buscó redención en la otra vereda gallega y fichó por el Deportivo La Coruña, algo que no cayó nada bien en Vigo. 

Con los blanquiazules sufrió el descenso, una nueva lesión en el talón y ya empezaba a ver el final de su carrera. Lo cierto es que en España se recordará a aquel jugador que generaba el juego y sabía jugar en distintas posiciones. En 2018 dejó al seleccionado danés tras la eliminación por penales ante Croacia y un año más tarde colgaría las botas definitivamente a los 36 años.