Quizás fue la fuerza de la costumbre. Esos 36 partidos seguidos sin perder te acaban induciendo a un estado de excesiva confianza en tus propias fuerzas que bordea peligrosamente la relajación. O tal vez se tratara del escenario. De esta Champions en la que se pasean en los últimos años con mano de hierro, sea cual sea el rival o las circunstancias, y eso termina llevándote a la tentación de aplicar la ley del mínimo esfuerzo. El caso es que la p
Contenido EXCLUSIVO y GRATUITO para socios
¿Ya tienes cuenta?
- Contenido exclusivo
- Sorteos y experiencias exclusivas
- Videoanálisis de jornadas
- Newsletters temáticas
Quiero seguir leyendo GRATIS
Comentarios