- Directo Estadísticas | Así lo vivimos
Tuvo que aparecer Sandro para acabar con el sopor de un Las Palmas - Espanyol que apuntaba a 0-0, pero que el atacante amarillo se encargó de decantar para su equipo con un gol de falta y acabar con el aburrimiento. Es evidente que la UD con Diego Martínez es distinta.
La primera parte fue de esas complicadas para el espectador. Pasó más bien poco, sin un dueño claro del partido y en el que las defensas fueron superiores a los ataques dejando el partido sin apenas ocasiones.
Durante ese tiempo, lo más interesante fue intentar descubrir qué le pasó a Essugo para salir corriendo al vestuario sobre el minuto 19 y cómo Cillessen tiraba de experiencia pidiendo las asistencias médicas para que su equipo no tuviera que jugar con diez. Acabaron los médicos amarillos de tratar al meta y apareció Essugo por la escalera de vestuarios de hacer una 'parada en boxes'.
Fue en el 38' cuando vimos el primer tiro entre palos. Puado remató dentro del área, pero le salió blandito a las manos de Cillessen. Si la gran mayoría de la primera mitad había sido infumable, en los instantes finales se vio otra cosa aunque ninguno quería arriesgar.
El Hilali evitó el 2-0 sobre la línea
Si la primera parte fue aburrida, la segunda fue más de lo mismo hasta que Sandro decició acabar con el aburrimiento. Una falta en la frontal de Cabrera se la pidió el 19 amarillo y, con algo de ayuda de Joan García, marcó el 1-0 en el 67'.
En los cinco minutos posteriores Las Palmas pudo sentenciar el duelo, pero Fabio Silva se encontró con El Hilali cuando ya casi festejaba el 2-0 y Kirian no ajustó bien un disparo dentro del área.
Los de Diego Martínez siguieron manteniendo la iniciativa unos minutos, pero como pasa siempre, al equipo que va por debajo le entran las prisas y aprieta. Con más corazón que cabeza lo hizo el Espanyol. Metió a Las Palmas en su campo y generó peligro, pero no le bastó sumar nada. Los amarillos, por su parte, hacían daño a la contra y Sandro pudo sentenciar pasado el 90', pero le salió centrado el disparo.
Los pericos pasarán la Navidad en descenso mientras que Las Palmas sigue de dulce y huye a la zona media.