- Estadísticas Así vivimos el Mallorca-Rayo
Estamos en ese momento de la temporada en el que los equipos destinados a luchar por la permanencia miran a la tabla y dicen: "Oye, pues igual... igual tenemos que mirar un poquito más arriba". No lo van a reconocer y seguirán diciendo en público que el objetivo es la salvación, pero en Mallorca ya hay más de uno que empieza a hacer cuentas con los dedos mientras se imagina en mayo peleando por Europa.
Los de Arrasate salieron con prisa y a los 70 segundos Robert Navarro estrelló un voleón en el palo de Batalla tras un gran pase de Muriqi. Al kosovar le falló el olfato poco después en una acción impropia de su instinto asesino. Mojica le metió un centro perfecto y, con todo a favor para cabecear a la red, picó la bola en exceso y la mandó por encima del larguero. Rarísimo. Fue como ver a Arguiñano cortarse con un cuchillo.
El Rayo estaba sobre el campo porque se le veía por la tele, pero tardó en comparecer casi un cuarto de hora. Álvaro metió un buen balón al área que Camello remató y Raíllo interceptó antes de que pudiera comprometer a Greif. Y poco más se vio del equipo de Iñigo en el primer tiempo en ataque, porque el par de pelotas que le cayeron a De Frutos salieron rematadas de forma defectuosa. En la última de ellas, ya rozando el descanso, el VAR estuvo un par de minutos revisando una posible mano que absolutamente nadie protestó ni vio en directo. Ni el propio De Frutos, que estaba a medio metro. Cosas del VAR.
El partido se fue al descanso con 0-0 porque Batalla le negó un gol cantado a Robert Navarro en el 45' y la segunda parte no arrancó con gol porque Batalla voló para despejar un disparo de Larin en el 46'. Con un minuto (más quince) de diferencia, dos paradones para mantener vivo a un Rayo que salió al segundo tiempo tan dormido que en vez de dos cambios en el 55' como hizo Iñigo le hubieran hecho falta dos cafés bien cargaditos.
El Mallorca siguió dominando y Batalla salvando al Rayo. En el 62' sacó una mano arriba para evitar el gol de cabeza de Valjent y en el 68' salió con el extintor para apagar a un Muriqi que se había llevado la pelota de tacón y que no encontró forma de rematar ante el portero argentino.
A estas alturas ya estaba James en el campo y para el minuto 73' Iñigo agotó cambios mientras Arrasate hacía sus primeras modificaciones. El Mallorca tocaba rápido y cómodo y para el Rayo el césped era una cama de pinchos en la que nunca se llegaba a acomodar. Al técnico vasco le gustaba lo que estaba viendo (con razón) y su paciencia tuvo premio.
Un remate de justicia
Un córner botado por Dani Rodríguez encontró completamente solo en la frontal del área pequeña a Muriqi, que es como dejar sin vigilancia a Lupin en una exposición de joyas. El kosovar giró el cuello con el movimiento que lleva grabado en su hardware y clavó la bola en la escuadra larga de un Batalla que perdió su primera ídem.
El Rayo no hizo ni amago de reaccionar. Llevaba cinco partidos sin perder y el resultado no preocupará en exceso, pero la forma de perder sí debería hacerlo. Pasó un fantasma por Son Moix sin hacer ruido ni de cadenas. En casa de Arrasate todo son sonrisas. Sabía Jagoba que en Mallorca lucía el sol, pero no sabían en la isla que con él brilla aún más.
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