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Un derbi al corazón de Jesús Navas

Despedida grande para Jesús Navas, en un partido que decidió un penalti de Lukebakio

Sevilla 1-0 Betis: resumen y gol LaLiga EA Sports (J9)
Actualizado

Jesús Navas podrá decir a boca llena que su último derbi lo peleó con el poco físico que le queda para ayudar en la victoria al equipo de su vida y que el duelo de la máxima rivalidad sevillana se volviese a quedar en el Sánchez-Pizjuán. Un Sevilla al que le falta fútbol por todos lados, pero aún mantiene pequeños lazos con su grandeza de antaño, que le hacen ser un equipo corajudo. A falta de fútbol, corazón. Un duelo de una parte para cada equipo, con ocasiones en las dos áreas y que decidió un penalti transformado por Lukebakio. Después de cuatro derbis con empate, el Sevilla lo hizo suyo en la hierba y en la grada. El mejor homenaje posible a su capitán. Jesús Navas dirá adiós al fútbol con un currículum envidiable y pegándole pequeños sorbitos a su despedida. La victoria ante el Betis es de trago largo. Seguro.

El primer periodo lo dominó por momentos el cuadro local, siendo el Betis que más veneno llevaba en sus ataques. Al Sevilla cada pérdida le cuesta un susto. Sus centrocampistas defensivos tienen complicado retorno y en ese espacio antes de que los centrales pudiesen actuar, Lo Celso se mueve de maravilla. Detecta siempre por el lugar donde la jugada comienza a ser peligrosa. Antes de que el mediapunta argentino comenzase a inquietar al Sánchez-Pizjuán, el público celebró un gol de Chidera Ejuke tras varios rebotes. Había un jugador adelantado. Porque eso eran los hombres de García Pimienta en ataque. Jugadas trompicadas, siempre por banda y sin encontrar en espacios peligrosos a Peque o Isaac, muy desaparecido todo el primer tiempo. Con ese primer susto de los sevillistas, el turno pasaba al conjunto bético.

Lo Celso lo intentó hasta en dos ocasiones desde la frontal del área. Se le quedó un balón botando en la frontal, como un regalo inesperado, y en su ansia por disparar no midió dónde debía colocar la pelota. La siguiente fue más clara, con un disparo a la izquierda de Nyland que se marchó muy cerca del poste. El '20' lo acaparaba todo. Y cuando se alejaba del área, también. Un pase filtrado sobre Vitor Roque supuso la mejor oportunidad del primer tiempo. El delantero brasileño se marchó contra Nyland desde la zona derecha del área y en su carrera se fue cerrando el hueco de disparo. El portero noruego, con el cuerpo, desvió lo justo para evitar el primero. Tendría otra el delantero del Betis. Error del Sevilla en un pase atrás y está muy vivo el atacante para disparar con potencia. Nyland, otra vez bien colocado, cerró la portería con unos pasos adelante, evitando el 0-1.

Nervión no abroncaba a los suyos. Porque veía que estaban en el partido, aunque la mordiente se la hubiesen dejado en el vestuario. Ejuke no encaró ni una sola vez en superioridad, enredándose siempre en pases atrás. Lukebakio fue más directo contra Ricardo Rodríguez, aunque ni encontró espacio para el disparo ni fue capaz de que Isaac encontrase un espacio adecuado entre Llorente y Natan. Al descanso se marchaba el derbi en tablas. Las ocasiones las había tenido el Betis. Claras. Nyland sostenía a un Sevilla más excitado que efectivo. Necesitaba que su entrenador le metiese mano de algún modo.

Penalti decisivo

El segundo periodo iba a comenzar con una de las jugadas clave del partido. Balón parado para el Sevilla, con cabezazo de Agoumé y mano de Llorente en el área. El central y todo el Betis protestaron amargamente la decisión de Martínez Munuera. El VAR lo ratificó tras un par de minutos. Lukebakio no iba a desaprovechar ese regalo. Engañó a Rui Silva e hizo que el Sánchez-Pizjuán comenzase a cantar a voz en grito. Y la explosión puso ser completa si Isaac Romero no falla un regalo del Betis para un mano a mano que tenía tiro con la derecha y al recortar y dejarla para la buena, disparo sin potencia. El derbi se abría de verdad.

El Betis acusó este golpe. Pellegrini buscó una reacción tirando de su banquillo. Allí estaba Bakambu, quien le dio otra velocidad al ataque para la finalización. Se encontró con el palo en el primer balón que tocaba, aunque estaba en fuera de juego. La siguiente fue algo más clara, con Nyland teniendo que salir de su área para cortar la pelota un segundo antes de que el atacante del Betis alcanzase la pelota. García Pimienta daba entrada al eterno Jesús Navas para dejar a Lukebakio en punta. Y el belga tuvo hasta tres oportunidades de sentenciar el derbi. La más clara, en un balón largo donde quiere aprovechar una mala salida de Rui Silva, quien reacciona con el pie para evitar el segundo.

Cerca del 90' llegaba la clásica expulsión del Sevilla en casa. La tercera en los últimos tres encuentros. Nianzou veía la segunda amarilla por una falta en el centro del campo. Evitable. Le tocaba defenderse al Sevilla con uñas y dientes. Al Betis se le abría la posibilidad de empatar en el alargue. Siete de alargue. Se respiraba una tensión infernal. En los dos equipos. El Sevilla no podía con las calzonas. El Betis iba con el corazón, pero no le dio para sacar al menos un empate. El derbi llevaba dos años sin un vencedor en la hierba. El Sevilla vuelve a reinar en el partido más especial. No tiene mucho fútbol, pero aún le queda ese coraje de antaño intacto. El derbi es suyo.

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