FUTBOL
Athletic 0-1 Atlético

En La Catedral se aparece un Ángel

Correa resuelve para el Atlético, a la contra y en la prolongación, un partido de zagas firmes y escasas ocasiones que sirve para que Musso se estrene bajo los palos del equipo de Simeone

Athletic 0-1 Atlético de Madrid: resumen y goles LaLiga EA Sports (J4)
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Había sido el último cambio de Simeone (Diego Pablo), por detrás esta vez incluso de Simeone (Giuliano). Acababa de aparecer, de hecho, en un partido que se le iba al Atlético por el sumidero de un empate aceptable si se atiende al escenario pero triste si el líder se te marcha. Mediaron un pase extraño de Nico, un control pésimo de Lekue y una recuperación de Sorloth, el caso es que Angelito se quedó mano a mano en velocidad con Agirrezabala. Fue coser y cantar, primero te quiebro y luego marco, en el segundo de los seis minutos de prolongación. Correa, en fin. Correa, tantas veces. Correa, un argentino, en el día de Musso, un compatriota.

Resultaría curioso comprobar cómo se tomaron la noticia los colegas de portería que pasaron meses y hasta años atendiendo desde el banquillo a las evoluciones de Oblak, siempre titular el esloveno, el caso es que una indisposición lo dejó fuera de combate en San Mamés, enviando a un absoluto recién llegado como el citado Musso a los leones. El protagonista de los mismos vaya usted a saber, porque anda de estreno, pero el personal no contaba, teniendo en cuenta recinto y rival, con que los primeros 45 minutos ligueros del argentino transcurrieran sin un mal disparo a puerta que llevarse a las manoplas.

¿Quiere eso decir que el Atlético manejó el partido en dicho intervalo? En absoluto. La escuadra de Simeone acumuló casi todos los males en la construcción, y así le fue, pero debe matizarse en su beneficio que, con una zaga firme, apenas concedió un disparo desviado de Yuri después de que Llorente extraviara la pelota. Porque la posesión era del Athletic, que se manejaba en tres cuartos con suficiencia, pero cualquier sensación de peligro venía más bien desde las pérdidas visitantes que desde las asociaciones locales.

En el otro lado del campo, más de lo mismo. Con sus carrileros más preocupados de tapar las vías ajenas que de generar las propias, se hubiera requerido una circulación mucho más fluida por el medio para encontrar no la última línea, la de Julián, sino apenas la penúltima, la que se supone de Antoine. La pelea con la pelota era evidente por momentos, tampoco los centrales se mostraban capaces de sacarla jugada, así que apenas Gallagher se fabricó a través de un escorzo hueco en la frontal para sacar una comba que se marchó por poco. Con eso se equilibraba la narrada de Yuri en lo que hubiera sido un empate a nada de no ser por...

De no ser por la oportunidad que tuvo Julián poco antes del cuarto de hora, cuando Lekue y Yeray buscaron la misma pelota para no encontrarla ninguno y habilitar al argentino en lo que parecía un mano a mano con Agirrezabala pero terminó siendo, poco vivo el argentino, un quite magnífico de Yuri para salvar el gol. El delantero sigue sin encontrarse con la rojiblanca, que no era rojiblanca esta vez, entre otras cosas porque, más allá del lance en cuestión, sus compañeros se muestran incapaces de procurarle situaciones de ventaja. Por ahí sigue teniendo un problema Simeone. El del silbato, en ese primer acto, no prolongó un solo segundo.

Asistió un Williams y marcó otro, secuencia harto repetida el pasado curso, en este caso Iñaki para Nico, en la primera jugada del segundo tramo. ¿El gozo de Musso en un pozo? La tecnología acudió en rescate del arquero, encontrando uno de esos fueras de juego por milímetros a los que se ha consagrado el fútbol moderno, pero el susto fue morrocotudo. En medio minuto había pasado más que en 45 y la reacción del Atlético no fue del todo mala, con Griezmann apareciendo por fin y Lino rondando una pelota venenosa, pero enseguida volvieron las aguas a su cauce.

La experiencia inmediatamente anterior invitaba a que El Cholo no se precipitara con los relevos, así que Valverde fue el primero que tomó cartas en el asunto con un triple cambio que incluyó al doble pivote y que refrescó el aspecto local, lo que se fue traduciendo en disparos de Jauregizar y Sancet, éste último superada la hora de partido para comprobar por fin las prestaciones de Musso... que fueron buenas. Fue de hecho como si todos los futbolistas de campo se aliaran para que por fin presentara credenciales, porque ninguno de los de su equipo consideró conveniente arrimarse al del Athletic en lo que éste armaba la pierna. El resto fue más de lo mismo con las excepciones de Unai Gómez, maradoneando sin encontrar rematador, y sobre todo de Correa, rematando (que es lo suyo). Un Ángel en una Catedral.

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