Dicen que el fútbol es la cosa más importante entre las cosas menos importantes. Pero no es menos cierto que también puede ser una herramienta para escalar las montañas que la vida le pone a uno por delante. Al fútbol -y a la vida- se ha querido aferrar Elías Herrero. Con cinco años le diagnosticaron leucemia y, tras dos años de lucha, la semana pasada pudo golpear “con mucha fuerza” la campana de la planta oncológica del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. Su familia organizó una gran fiesta para que el 5 de marzo de 2025 sea inolvidable. Una limusina lo esperaba en la puerta de su casa para llevarlo a su última visita al médico. Con su camiseta de la UD, Elías encaró el pasillo que le llevaría a esa ¡Campana y se acabó!: “Fue una liberación. Esa imagen no se me borra. Un segundo que te hace volver al pasado y recordar todo el camino”, ite su padre, Nauzet.
Fue su madre, Sara, quien contó la historia de su hijo a Fabio González, entonces capitán de la UD Las Palmas: “Desde el primer momento se volcó con el niño”, nos cuenta. La historia de Elías llegó rápido al vestuario, y la UD se puso a trabajar: “Luis Helguera invitó al niño a un entrenamiento, le dieron la camiseta firmada y se hizo muchas fotos. Luis se ha hecho muy amigo del niño, incluso fue al hospital el día que tocó la campana”, sentencia Nauzet. El director deportivo de los amarillos ha sido un gran apoyo para Elías, como Kirian: “Le mandaba mensajes animando al niño. Ahora que Kirian ha recaído, es Elías el que le anima a seguir luchando”, cuenta emocionado el padre.
La vida de Elías no puede entenderse sin la UD Las Palmas. Tiene todo su cuarto decorado con banderas, bufandas, camisetas y fotos: “La más especial es la de Kirian, pero también me gusta mucho Moleiro”, explica el pequeño. Él juega en la escuela de fútbol de la UD Vecindario. Le gusta jugar como mediocentro, “pero también marcar goles”, añade. Su vuelta a los terrenos de juego ha sido progresiva, como explica Iván Amaral, entrenador de Elías: “Es una alegría verlo en cada entreno. Su motivación hace felices a todos. Con su lucha nos ha demostrado que es un héroe”.
El día más especial
El mes de marzo de Elías está siendo una -merecida- montaña rusa de emociones. Ahora sintió la sensación de pisar el césped del estadio de Gran Canaria, donde juegan sus ídolos. Lo hizo para dar un paseo de honor en el Las Palmas-Alavés. Una sorpresa bien guardada de la que el niño se enteraría minutos antes de escuchar su nombre por megafonía. Un mensaje de optimismo y de vida.
La familia de Elías ha querido visibilizar la historia de su hijo “para que todos los niños que están pasando por lo mismo sepan que se puede”, como explica su padre. La vida de la familia Herrero-Pérez ha cambiado “a mejor. Hemos sufrido muchísimo, pero somos una piña”, explica Nauzet. Un padre que ha comprendido el sentido de la vida: “Hace tres años te diría que la vida es trabajar para mantener a tu familia. Ahora te digo que la vida es un instante al sol, porque mañana puede estar nublado”.
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