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Diego Martínez aterriza en una UD Las Palmas con mucho trabajo por delante. Lo principal, por encima del estilo de juego, es ganar puntos. Se ha dejado ya por el camino 24, y los puestos de salvación están a cinco. Se encuentra con un equipo tocado que, si bien no está teniendo demasiados problemas de cara a gol, atrás sufre demasiado. Las Palmas ha encajado un total de 17 goles. Es el segundo equipo que más encaja y, lo más preocupante, ha recibido goles en todos los partidos del curso. Dejar la portería a cero es la asignatura pendiente y, por consiguiente, el primer gran objetivo que tiene por delante Diego Martínez.
Pero Las Palmas no es frágil porque sí. La plantilla está descompensada en defensa. Se marcharon tres futbolistas -Coco, Araujo y Cardona- que eran titulares con García Pimienta, y los recambios -Álex Muñoz, Viti y McKenna- no solo no mejoran, sino que ni siquiera igualan lo anterior. En el lateral izquierdo han jugado cuatro jugadores -Sinkgraven, Benito, Álex Muñoz y Mika Mármol- y ninguno de ellos ha llegado al nivel de Cardona. Tampoco el lateral diestro ha ofrecido garantías. Viti en ataque suma, pero en defensa se le han visto las costuras. La salida de Coco ha dejado un hueco en el centro de la defensa que no han podido llenar Juanma Herzog ni McKenna. El escoces -que cobra 2 millones de euros brutos- no mejora lo que ya había en casa.
Trabajo de campo
En el club tienen la esperanza que esa fragilidad defensiva pueda reducirse con el libreto de Diego Martínez. El entrenador tiene claro que ofensivamente el equipo es fiable, pero hay proteger al portero: "Tenemos que ser fuertes defensivamente. A nivel defensivo debemos tener mejores registros", explicó en su presentación. De momento, ha insistido mucho en los entrenamientos. Ganar duelos individuales es importante y para ello hay que ser contundentes. Es el objetivo primero y la asignatura pendiente.
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