- FC Barcelona. Lewandowski: "Me dijeron que me quitaban el brazalete cuando estaba acostando a mis hijos"
La selección nacional, para muchos futbolistas, representa el máximo honor. Vestir los colores del país natal, cantar el himno nacional frente a miles de compatriotas y luchar en campeonatos internacionales es, para muchos, la cúspide emocional de una carrera. Sin embargo, esa relación que parece sagrada no siempre es indestructible. En los últimos años, varios jugadores han roto lazos, temporal o definitivamente, con sus selecciones, dejando al descubierto tensiones internas que van más allá del terreno de juego.
Uno de los casos más recientes es el de Robert Lewandowski, la estrella indiscutible del fútbol polaco y uno de los delanteros más prolíficos de la última década. El delantero del FC Barcelona ha declarado que no volverá a jugar con la selección de Polonia mientras Michal Probierz siga al mando. El detonante, según se ha reportado, fue la decisión del seleccionador de retirarle la capitanía. Para un futbolista que ha sido el rostro del fútbol polaco durante más de una década, este gesto fue considerado una falta de respeto: "Recibí una llamada sorpresa del entrenador Michal Probierz con la información de que había decidido retirarme el brazalete. No estaba preparado para ello; estaba acostando a mis hijos. La conversación duró unos minutos. Ni siquiera tuve tiempo de informar a mi familia ni de hablar con nadie sobre lo sucedido, porque momentos después apareció un mensaje en la página web de PZPN. La forma en que me lo comunicaron me sorprendió mucho".
Otros casos similares
Sin embargo, no es la primera vez que un jugador de alto perfil toma una postura así. En 2023, el guardameta belga Thibaut Courtois sorprendió al mundo del fútbol cuando abandonó la concentración de su selección tras sentirse fallado por el técnico Domenico Tedesco. Según medios belgas, Courtois se molestó por no haber sido designado capitán en un partido en el que se ausentaba Kevin De Bruyne. El guardameta del Real Madrid fue claro: no volvería a jugar con Bélgica mientras Tedesco siga al frente.
Más dramático aún fue el caso del camerunés André Onana en el Mundial de Catar 2022. El arquero del Inter de Milán fue expulsado de la concentración por “razones disciplinarias" tras un desacuerdo con el seleccionador Rigobert Song respecto al estilo de juego. El conflicto se tornó irreconciliable, y Onana anunció su retiro de la selección poco después del torneo. Aunque más tarde dejó una puerta entreabierta para un posible regreso, la ruptura dejó cicatrices evidentes.
Estos episodios reflejan un patrón que va más allá de egos heridos o decisiones tácticas. En muchos casos, hay una sensación de desprotección o falta de respeto por parte de las federaciones o cuerpos técnicos. Los jugadores, acostumbrados a entornos de alto profesionalismo en sus clubes, no siempre encuentran la misma estructura en sus selecciones. Y cuando se enfrentan a decisiones que consideran injustas, reaccionan.
También hay un componente de liderazgo. La capitanía, como en los casos de Lewandowski y Courtois, no es simplemente simbólica. Representa jerarquía, influencia y, sobre todo, confianza. Cuando se percibe que ese estatus se pone en duda sin una explicación sólida, puede generar un quiebre profundo.
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