Al fin cortó la racha el Mallorca, que venía de tres derrotas y un empate en 2025 y si resistía en la zona alta era por la tremenda primera parte del campeonato, que le ha permitido resistir el bache de resultados. Hasta hoy en que ha cuajado el mejor partido del año, un 3-1 que le permite ubicarse tras el Rayo y seguir rozando los puestos europeos.
No llegaba Las Palmas con el mejor pálpito a otra isla futbolera como Mallorca. Sin el 50% de los goles que suponen la pareja Sando-Fabio Silva, bajas hoy, con McBurnie aún sin estrenar y sin victorias en 2025, lo mismo que el cuadro local.
Y el arranque del partido fue una traslación: a los dos minutos McBurnie conectaba con Javi Muñoz, el recorte en el área solo podía terminar en un 0-1 fantástico, pero el centrocampista madrileño no pudo definir al palo largo ante Greif, que la sacó sin mayores problemas.
Cinco minutos después, un exterior que hubiera firmado Modric, en este caso de Dani Rodríguez (de nuevo) lo intuyó Muriqi que se anticipó a McKenna y calzó un soberbio testarazo al que Cillessen no pudo llegar ni por su palo. Un delantero contra un equipo sin otro de verdad.
Un cuarto de hora después, sin apenas tiros a puerta, llegó el segundo mazazo del punta bermellón tras una buena combinación en ataque el centro lateral de Valjent y el zurdazo pegado al palo en el 28' al que llegó esta vez Cillessen, pero no con fuerza.
Ahí se acabó la resistencia canaria, que se vio muy superado por el ataque en oleadas del centro del campo local, inspirado y al primera toque. Así, Dani Rodríguez perdonó en el 30' el 3-0, pero no en el 35' tras un doble despeje blando de Bajcetic y Suárez: le llegó caída del cielo la bola y la empaló esta vez al otro palo de Cillessen, que tampoco llegó esta vez. El Mallorca se desató en un asedio incesante y si no llegó el 'hat-trick' de Muriqi con otro cabezazo fue por la primera parada de Jasper.
Apenas pudo entrar en juego Bajcetic o Moleiro más allá de algún chispazo, todo lo contrario que los Darder, Dani Rodríguez o Asano, que volvía a la titularidad. El descanso, con tres tarjetas ya para los visitantes, fue la mejor noticia para una UD Las Palmas que ya se veía con los mismos puntos que el Valencia en zona de descenso.
LA VIDA SIGUE IGUAL
En la segunda parte Asano, con una chilena a los tres minutos dio a entender que la vida seguía igual pese a que Diego Martínez ya había metido a Benito por Loiodice antes del descanso y Pelmard en la reanudación. Moleiro respondió en el 5' una dejada de Bajcetic y atajó abajo Greif, era un aviso, aunque Muriqi repitió pronto lo de la primera parte, solo que esta vez el palo evitó el 'hat trick' del ya máximo goleador del equipo.
Pero como ocurre últimamente Las Palmas resucitó cuando menos apostaba nadie, sacó el orgullo y una gran combinación entre Viti y Bajcetic en ataque terminó con el centro del primero y el remate del gallego con fuerza y raso al borde del área que significó el 3-1, con media hora aún por delante. Solo tuvo otra más, la de Moleiro para el 3-2 en el 82 con un recorte primoroso pero el remate de diestra se le fue por los pelos.
Hubiera sido excesivo botín, porque el Mallorca no se encerró, Cillesen salvó el 4-1 con el pie rectificando un remate colocado de Dani Rodríguez en el 80' y el miedo en el cuerpo que metía Larin en cada ataque, con opciones constantes y rechaces visitantes, era palpable. No se llegó a más: el Mallorca celebró la salida del bache casi como un título y Las Palmas coquetea ya seriamente con el descenso.
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