Osasuna se hace oír y silencia la casa del campeón

Osasuna le ha cogido gusto a la Copa en San Mames. 653 días atrás accedió a la final del torneo tras empatar en la prórroga de la semifinal de vuelta con gol de Pablo Ibañez a tres minutos del final y este jueves vuelve a salir adelante. Los de Vicente Moreno se adentran en los cuartos de final a costa de un Athletic al que dejaron con el molde: los leones no perdían una eliminatoria de Copa a partido único desde octubre de 2003 y acumulaban 26 rondas consecutivas saliendo adelante. Osasuna, que lleva un tiempo de barbecho sin victorias en LaLiga, se ha descubierto en la Copa, donde no le fallan los resultados.

El fútbol son alegrías. Y recuerdos. Muchos recuerdos. A muchos aficionados -de los dos equipos- les vino a la mente el 23 de enero de 2005. Quizá el día en sí no apareció nítido, pero sí lo que ocurrió en el viejo San Mamés durante un partido de Liga entre Athletic y Osasuna. Los rojillos se pusieron 0-3 en ventaja y los leones remontaron (4-3) con gol final de Julen Guerrero.

Cuando Budimir hizo el 0-2 al borde del descanso fue imposible no acordarse de aquello. El goleador de Osasuna marcó el penalti decretado por zancadilla de Agirrezabala tras una vergonzosa cesión de Paredes. El central también había estado retratado un par de minutos antes, cuando Oroz llevó a gol el primer remate entre los palos de Osasuna. En ambos tantos el protagonismo de los navarros también incluyó a Areso, que demostró poderío en su banda.

Se llegó al descanso con 1-2 porque Nico acertó con la portería de Herrera, que hasta entonces había sido una tortura para Iñaki, al que había sacado dos buenos balones de gol en un partido con alternativas y en el que Osasuna dejó claro que si le daban espacio estaba para montar un buen lío.

Muerto y resucitado

Diez minutos necesitaron los de Valverde para ponerse a la altura. Salieron como se les suponía y acogotaron a Osasuna. De Marcos igualó el partido en el 55' y anunció que llegaba una media hora fenomenal. Un par de minutos después Jauregizar estuvo al borde del 3-2. El Athletic estaba crecido ante un Osasuna que ya se movía en arenas movedizas en vez de hacerlo sobre terreno firme. 17 remates contabilizaban los leones al cumplirse la hora de partido.

Acertó a recomponerse Osasuna y cuando tomó pausa llevó el partido al límite cuando Budimir hizo el 2-3 tras un apurado rechace de Agirrezabala. La batalla mudó de dueño y Vicente Moreno recurrió a Herrando porque preveía un escenario de agobio. Los últimos minutos la portería de Osasuna fue para Aitor, que tuvo que reemplazar al conmocionado Herrera, mareado tras recibir un golpe involuntario de Boyomo. Cuando vio que le iban a cambiar pidió seguir, pero los médicos se lo impidieron.