A estas alturas, la cara de Grosso es un poema. Y la lengua de Toshack, viperina: "En la primera parte tuvimos tres jugadas de gol que no aprovechamos. Lo normal es que la gente de mi equipo machaque. Son jugadores de gran calidad. Se les paga para terminar las jugadas, no se puede perdonar. Me preocupa que detrás hay una historia de partidos como éste en los que han pasado las mismas cosas. Algunos jugadores no dan el rendimiento esperado. Quizá en el Barcelona la Copa les vale para tapar lo de la Liga. A mí no me vale. Aunque ganemos la Liga, no voy a olvidar este partido".
Algunos jugadores no dan rendimiento, se les paga para machacar, no se puede perdonar
El periodista asiste, impávido, a uno de sus encuentros más fáciles. Sólo tiene que dejar que Toshack se desahogue. Un chollo: "No puedo entender que a un internacional, a un hombre con experiencia, le puedan enseñar la tarjeta amarilla a los tres minutos. También hay algunos jugadores a los que no veo en el campo durante muchos momentos del partido. Ante el Barça he visto cosas que ya han ocurrido antes y que siempre nos perjudican. No me siento identificado con ellas".
Lo de las tarjetas le tiene quemado: "Podría decir que Hierro no las merecía pero, si ya tenía una, el jugador debe andar con cuidado, no puede actuar así. Este equipo me ha dado placer. He visto grandes cosas pero no podemos seguir diciendo que Vautrot estuvo mal, Urízar mal y García de Loza mal. Hemos de preocuparnos por otras cosas".
Grosso tiene la mirada perdida. Toshack sigue disparando: "Quizá alguno se moleste por ello pero es el momento de decirlo. Hay que machacar. Pasan cosas que sucedían antes. Pregunte a Beenhakker".
El periodista consigue colar alguna intervención aun a riesgo de cargarse una charla que va sobre raíles. Algo referido a si no faltará algo de consistencia en el centro del campo: "Quizá sí, un hombre que muerda para compensar las líneas. Ahora mismo sólo tenemos a Chendo, a Ruggeri y a Sanchis. Cuando puse a Chendo en el centro del campo y a Schuster de libre, lo hice pensando en partidos como esta final de Copa, pero no puedo entender lo de la tarjeta en el minuto tres a un hombre con experiencia. ¿Qué pasa por tu cabeza, chico?".
A ver si la próxima vez que perdamos un partido logramos acabar con once en el campo, sería un síntoma de progreso
El dardo va directo a Michel pero Toshack vuelve a lanzar una enmienda a la totalidad: "A ver si la próxima vez que perdamos un partido, logramos acabar con once jugadores en el campo. Sería un síntoma de progreso. En el único punto que perdimos en el Bernabéu, también nos expulsaron un jugador. ¿Es eso casualidad? Sé que es duro decirle esto a un equipo que ha sido campeón cuatro años consecutivos, pero siempre hay un espacio para mejorar".
Este equipo no sabe dar patadas, cuando damos una patada nos la ven en toda Europa, hay que ser más listos
El galés ya no tiene un pase más después de su desahogo pero se despide dejando una estocada en todo lo alto: "Este equipo no sabe dar patadas. ¿Es que los italianos o los alemanes no las dan? Pues no lo nota nadie. Sin embargo, nosotros, cuando damos una patada, nos la ven en toda Europa. Hay que ser más listos".
Toshack se levanta y se va. Grosso sale del salón arrastrando los pies. Cuando llega a la altura del periodista hace su trabajo de fiel segundo, de hombre de club. Sabe que lo que ha oído traerá consecuencias: "Oye, ¿no hay manera de parar esto?". "Lo siento, Ramón. No puedo. No me pidas eso. Tengo que llamar al periódico".
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