No es una noticia que las bajas laborales están proliferando en los últimos años, con un ascenso notorio observado, sobre todo, desde el año 2020. Este año no fue uno cualquiera, ya que tuvo lugar la pandemia del COVID-19, que hizo que todo cuanto supiéramos cambiase.
Ahora, la realidad es que este aumento de las bajas laborales está suponiendo un cambio de paradigma para las empresas, tanto que ya han tenido que salir varios entes públicos a pronunciarse al respecto de este asunto. En total, la proporción de trabajadores afectados por la incapacidad temporal ha aumentado del 2,7% en 2019 hasta el 4,4% en 2024.
El pasado 2024, el 45% de las empresas se han visto perjudicadas por el tensionamiento laboral, un tensionamiento que significa la dificultad para encontrar mano de obra y que se puede explicar mediante el crecimiento de las bajas laborales.
Los márgenes empresariales han descendido un 1,7% en este último año.
Los números alarmantes muestran que el gasto público motivado por las bajas laborales ha crecido un 78% desde el año 2019, situándose en 15.000 millones de euros. En el caso de las empresas, ha supuesto un aumento del 62%, hasta los 4613 millones de euros de gasto.
Sobre ello está alertando el propio Banco de España, explicándolo por tres motivos claros: el deterioro de la salud física y mental, tras la pandemia, el envejecimiento de los trabajadores y el propio ciclo económico. Además, el BdE destaca que los márgenes empresariales descendieron un 1,7% en este último año.
La intervención en este problema es necesaria, y el propio gobernador del Banco de España se ha pronunciado al respecto, mediante un documento donde habla de la necesidad de encontrar una solución. Para ello, Jose Luis Escrivá insta al “fomento del crecimiento empresarial, la mejora de la calidad del marco regulatorio e institucional, el reforzamiento del marco presupuestario y el impulso a la inversión en innovación”.
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