Solemos vivir a un ritmo frenético. Atender nuestro trabajo, cuidar de nuestra familia, estar activos en redes sociales, lidiar con problemas cotidianos… y, sin darnos cuenta, vamos acumulando tensión, ansiedad y nervios en nuestro cuerpo. Desafortunadamente, el estrés es ya un compañero de viaje habitual para muchas personas, pero ¿estás teniendo en cuenta que puede ser también uno de los grandes saboteadores de tu salud física?
Investigadores del Instituto de Medicina del Comportamiento de la Universidad Estatal de Ohio han demostrado que el estrés crónico puede alterar el funcionamiento del sistema inmunológico. Esto se traduce en un desgaste y debilidad de nuestras defensas naturales —esas que nos protegen frente a virus, bacterias o incluso algunas enfermedades graves— especialmente si vivimos en un estado de tensión prolongado.
La reacción del cuerpo, al estar en alerta constante, es la de producir más cortisol, una hormona que, en exceso, bloquea el buen funcionamiento de las células inmunes. ¿El resultado? Caes enfermo con más facilidad, tu recuperación es más lenta y tu cuerpo se ve resentido a menudo.
¿La buena noticia? Tiene solución y depende de ti. Mantener una alimentación equilibrada, practicar ejercicio regular, tener una buena higiene del sueño y aprender a respirar, sin duda, van a marcar la diferencia.
En Plan Cooper lo tenemos claro: cuidarse no es solo entrenar duro, sino también aprender a gestionar lo que pasa dentro de ti. Porque solo cuando estás bien por dentro, puedes rendir al 100% por fuera.
¿Y tú? ¿Estás listo para empezar a cuidarte de verdad?
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