La F1 ya debería estar lista para un piloto gay

Lo dijo Sebastian Vettel hace un par de años, ataviado con una camiseta arcoíris, que "tal vez no hubiera sido el caso en el pasado, pero ahora creo que un piloto de Fórmula 1 gay sería bienvenido, y con razón". Y esta semana ha sido un expiloto el que ha alzado la voz, ni más ni menos que Ralf Schumacher.

El 'hermanísimo' ha hecho de su bisexualidad (estuvo casado y tuvo un hijo) no una reivindicación, sino más bien una imagen de felicidad junto a su pareja, Etienne, que ha sido rápidamente aplaudida por todo el 'paddock' de la F1, tan competitivo y masculino, con la testosterona desatada en cada box, pero donde la población gay es tan abundante como en el resto de deportes. Como en el resto de la sociedad, por otra parte.

Ralf no es el primer piloto en salir del armario, pero sí de momento el más famoso, el que ha ganado carreras, y además con un apellido de tronío, a la espera de que algún otro más actual de el paso con naturalidad, si bien cabría preguntarse si hacer noticia de esto no es ya algo antiguo por sí mismo. ¿Es noticia declarase gay?

Para Hamilton sí, más que por el hecho, por el mensaje que se envía, porque "ya puedes dar ese paso y no tienes por qué temer. Libera a otros para que puedan hacer lo mismo, y necesitamos que cada vez más personas lo hagan" dice el heptacampeón.

Quizás Ralf no lo hubiera pasado bien hace 20 años, pero un apoyo enorme sí habría tenido, el de Ecclestone, más preocupado por el dólar que por el dolor. Ya lo dijo en su momento: "Mi piloto ideal para el show, para subir aún más las audiencias sería una mujer, a ser posible negra, además judía... y lesbiana". 'Mister E' era así.