En un angustioso desenlace, con uno de los Hispanos, Aleix Gómez, con la rodilla izquierda maltrecha, tirado en el suelo para añadir épica al desenlace y sin poder celebrar un triunfo de genio, el balonmano español prolongó su idilio con los podios olímpicos, iniciados con la generación de los padres de los chicos que ahora defienden a España. Iguala al fútbol como el deporte masculino con más medallas de la historia olímpica y sumó el metal 18 para la delegación española en París 2024, con el que supera Tokio.
España compareció en un partido que ya le es familiar. Desde Atlanta 1996 lo ha jugado cinco veces y todas con éxito. Eslovenia, cuya vida comienza a partir de 2000, no se había visto en una de esas. Lo más parecido habia sido el Mundial de 2017 cuando fueron bronce acaudillados por el zurdo Kavticnic.
No obstante, sólo los historiales recientes pesan realmente en los desenlaces importantes. Eslovenia atrapó a España durante toda la primera parte, impidiendo su despegue. Los de Jordi RIbera acumulaban malos tiros en los seis metros, una condena, y desde más atrás. Casado sostenía en el marcador a un equipo que se apagaba arriba, sostenido por una defensa en 6-0 efectiva y en las paradas de Pérez de Vargas, que tenía un día de esos que sí.
Los eslovenos no se despegaron a pesar del excelente brazo del extremo derecho del Barça, jugando de lateral, Blaz Janc, un jugador superlativo, autor de cuatro de los 12 goles de su selección antes del descanso. A la altura del minuto 16, España sumaba 4 goles en 12 lanzamientos, un pírrico 33 por ciento ante un gran Ferlin. Para su dicha, se entonaron los extremos, marcaron Odriozola, dos veces, y Daniel Fernández, y al descanso ya estaba en un decente 57%.
En la reanudación, España comenzó a funcionar más fluido en ataque. Ayudó la entrada en el pivote de Abel Serdio, el más corpulento de los Hispanos, aunque no lograban abrir brecha ni en superioridad. El ecuador de la segunda parte se alcanzó con empate a 17. Era un intercambio de goles a goteos, donde Casado asumía un rol principal, mientras el tiempo avanzaba hacia su ocaso.
A falta de 10 minutos, tras un tiempo muerto esloveno con un pasivo sobrevolando, Kodrin puso a su país por delante (19-20) con el temor de la facilidad para resolver finales apretados del gen balcánico. Surgió Aleix Gómez desde el lateral con dos goles, pero se entró en los últimos cuatro minutos y los Hispanos seguían sin despegarse. Para colmo, Sánchez Migallón enganchó del cuello a Janc en una penetración y dejó a España en inferioridad con 22-21.
En ataques cambiando a Gonzalo por un jugador de campo, Alex Duishebaev tomó las riendas y marcó un buen tanto que metió a los Hispanos en el último minuto delante (23-22). Los árbitros daneses miraron para otro lado a falta de 20 segundos cuando un vuelo de Aleix en le área fue frenado descaradamente sin sanción. Y Gonzalo detuvo el tiro final de Makovsen.
ESPAÑA, 23: Pérez de Vargas; Garciandía, Sánchez Migallón (2), Casado (4), Odriozola (2), Rodríguez y Fernández (2). Tarrafeta, Alex Duishebaev (2), Daniel Duishebaev (1), Maqueda (2), Gómez (5, 3 de penalti), Serdio (3) y Corrales, Lanzamientos: 20/35. Penaltis:3 /3
ESLOVENIA, 22: Ferlín: Kodrin (3), Bombac (2), Janc (5), Dolenec (6, de penalti), Horzen y Mackvosek (2). Vlah (3), Zarabec, Jovicic, Novak (1), Blagotinsek. Lanzamientos: 16/30 Penaltis 6/6
ARBITROS: Hansen (DIN) y Madsen (DIN)
MARCADOR (cada 5 minutos): 2-2, 3-3, 4-6, 6-6, 10-8 y 12-12. 14-12, 15-15, 17-17, 19-18, 21-20, 23-22