El grupo de la muerte del torneo olímpico de balonmano tiene cosas así. España, que batió a Eslovenia en la primera jornada con una lección de equilibrismo, cayó con la durísima Suecia en un clásico. Los 'Hispanos' hicieron buena primera mitad, pero la dura nación escandinava supo abrir hueco en la segunda mitad. El resultado no aleja, pero sí que deja a España dentro del lío de la complicada fase inicial.
Suecia mandó muchos minutos, con o y beneficiándose de una regla que molesta en el vestuario de la selección. El código del balonmano se actualiza y permite que los pivoets, siempre entre la lucha y el gol, jueguen más. Para España esto no ocurre. "No les dejan jugar. Quieren que dejen jugar, el play on. Pero cuando recibe un jugador como Abel Serdio paran la acción. No dejan luchar y ganarse la jugada. Tiene que cambiar en el futuro o nos penalizará mucho jugar sin trabajo", contó a MARCA Gonzalo Pérez de Vargas.
Tiene que cambiar en el futuro o nos penalizará mucho jugar sin trabajo
Fue una de las causas, aunque era posible dentro de un grupo durísimo. "Suecia un bloque y saben a lo que juegan. Tienen esa suerte porque nosotros todavía estamos en fase de renovación, nos falta mucho tiempo en cancha, de vídeo y entrenamiento", explicó Dani Fernández, máximo goleador del partido en la Expo parisina.
"No nos aleja del objetivo", dejó claro Fernández. El mensaje era sencillo. España sigue viva y una derrota es posible. "No es tan significativo. Entraba en las posibilidades, lo importante es ganar el siguiente y con cuatro puntos poder pensar en que estás cerca de entrar viendo los demás resultados", añadió, en esa línea, Pérez de Vargas.
Llegará Japón. "Son un equipo que juega a un balonmano muy diferente. Se lo hizo pasar mal a Croacia y no tienen jugadores tan conocidos lo que dificulta la cosa", cerró Dani. Los Hispanos siguen creyendo. Todavía hay tela por cortar.