Cuando Gabi Fernández decidió acudir al rescate del Real Zaragoza cuando el barco se hundía sin remedio tras la destitución de Miguel Ángel Ramírez muchos le tildaron de loco. Dejaba su zona de confort en el Getafe B, donde esperaba dirigir en un futuro no muy lejano al primer equipo, para meterse en lío gordo. De su entorno, nadie le aconsejó que firmara por el conjunto aragonés, pero su zaragocismo decidió por él. Hizo la maleta y regresó a la capital maña para ayudar a su Zaragoza a no descender, aunque la situación era crítica.
Si queremos que el club siga compitiendo y suba el listón para luchar por cotas mayores, hay que empezar todo de cero y construir el Real Zaragoza que todos queremos ver
Gabi no olvida que fue en Zaragoza donde se curtió como futbolista. Fue capitán durante varios años en La Romareda y le tocó vivir experiencias que le marcaron de por vida. Esas que también le ayudaron a triunfar después en el Atlético de Madrid y formar parte de su historia.
La oportunidad que el Real Zaragoza le brindaba como último clavo ardiendo al que agarrarse era un caramelo envenenado. Si conseguía salvarlo, su carrera como entrenador empezaba en serio. Si no lo lograba, podría acabar antes de tiempo, quedando, además, en la historia negra del club por un desenlace histórico que nadie esperaba a principios de temporada.
Por suerte, el Real Zaragoza seguirá en Segunda división, pero no ha sido fácil para Gabi. Quizás, él tampoco se esperaba tantas dificultades donde el equipo llegó a meterse en zona de descenso en una de las jornadas. La reacción del Eldense y la ineficacia de la plantilla, con carencias que el club no quiso solucionar en el mercado invernal, hizo pensar en muchos momentos que el equipo caería a Primera RFEF. "He sufrido mucho más ahora como técnico que como jugador. Esto me está quitando años de vida", llegó a decir la semana pasada.
Levantó a un equipo 'roto'
Gabi supo levantar anímicamente a un equipo 'roto' y, aunque le faltó fútbol en muchos partidos, las victorias consecutivas ante dos descendidos como eran Racing de Ferrol y Cartagena y la última contra el Deportivo, unida a la caída del Eldense le terminó dando la paz, la vida. A partir de ahora, empieza otra etapa diferente para Gabi. Donde él podrá reestructurar la plantilla para que la próxima temporada sea totalmente distinta.
Gabi volvió para salvar al Real Zaragoza pero también con el sueño de devolverlo a donde pertenece y donde él lo dejó: en Primera división. "Si queremos que el club siga compitiendo y suba el listón competitivo para luchar por cotas mayores, hay que empezar todo de cero y construir el Real Zaragoza que todos queremos ver", avisó. Veremos si el club, esta vez está a la altura.
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