El jugador de la UD Logroñés Pol Arnau recibió el regalo de una camiseta que utilizó hace 26 años su padre, el que fue portero del Barcelona sc Arnau. El regalo ha sido por parte del segundo entrenador de su equipo, Miguel Martínez de Corta, quien coincidió en la cantera azulgrana con el guardameta.
sc Arnau falleció hace tres años, mientras ocupaba el cargo de director deportivo del Real Oviedo. Martínez de Corta no se acordaba de que tenía la camiseta y explicó que al cambiar de emplazamiento el mueble en el que guarda más camisetas, la encontró y tenía "claro que quien debía tenerla era Pol". itió que ni siquiera tiene claro cómo llegó a su poder. La prenda es de 1999, cuando él era portero del juvenil del Barcelona y sç Arnau, del filial, quien, posteriormente, llegaría a jugar en el primer equipo. "Estuve unos días entrenado con ellos porque tenían a un portero lesionado y hasta llegaron a hacer una camiseta para mí porque al filial le tocaba jugar en Logroño, pero al final no me convocaron", relató Martínez de Corta.
Un recuerdo especial
"Quizás, en uno de esos entrenamientos, Arnau me dio su camiseta", añadió. Así, la prenda quedó junto a otras tantas, de equipos por los que ha pasado el exfutbolista riojano en su larga carrera, entre ellos Zaragoza, Huesca, Albacete, Alavés y también la Unión Deportiva Logroñés, de la que ahora es segundo entrenador. Martínez de Corta indicó que conoce a Pol Arnau desde que este jugador de 20 años llegó a Logroño siendo juvenil y se integró en el equipo filial, en cuyo cuerpo técnico estaba él.
"Es un gran chico y, desde que encontré la camiseta de su padre, tuve claro que se la iba a dar, pero hasta el mismo momento de hacerlo no se lo he dicho", comentó. El exportero señaló que Pol Arnau, que juega como lateral, "se ha emocionado un poco". "Sé que lo agradece", apostilló. Pol Arnau ya fue noticia esta misma temporada al colocarse como portero, emulando a su padre, en un partido de Copa del Rey entre su equipo, que milita en Segunda RFEF, y el Girona. Además, sus paradas propiciaron la eliminación del equipo catalán. Tras ese partido, en el que Arnau paró un penalti, dijo que sentía que "un ángel" le había ayudado "desde el cielo", en referencia a su padre.
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