No habrá grandes fichajes en el Real Mallorca, al menos de momento. El club roza el límite salarial permitido por LaLiga con la plantilla actual, en la que hasta tres jugadores ocupan una gran parte del ‘fair play’ financiero del que dispone la entidad (son Muriqi, Sergi Darder y Cyle Larin), que tienen un impacto que ronda los 17 millones de euros de los cerca de 59 millones del límite salarial del curso 2024-25 (que no variará mucho la próxima campaña).
Aligerar masa salarial con la salida de Larin
Para que lleguen refuerzos de calidad a través de un desembolso importante de dinero no quedará otra que esperar a que haya movimientos en forma de traspaso. Eso es lo que reflejan los números que tiene el club, y por lo que ejecutivos de la entidad, sobre todo Pablo Ortells, han mostrado un mensaje conservador de cara al próximo mercado de verano en el que, por el momento, se rastrean opciones realistas y oportunidades de mercado de jugadores libres o cesiones.
Entre sueldos y amortizaciones pendientes, sólo Muriqi, Darder y Larin alcanzan los 17 ‘kilos’ por temporada, sin contar diferentes bonus y variables. Es una cantidad elevada, pero cuando se les fichó se les consideró tres piezas clave para mantenerse en Primera, algo que se ha conseguido estas temporadas, pero que hace que económicamente, en un club que trabaja en su auto financiación, sea difícil hacer mejoras necesarias.
Cumplir las peticiones de Arrasate
El centrocampista de Artà bien los vale, es una pieza clave para Arrasate, mostrando en la última temporada su importancia en la creación de juego de los baleares, pero en la delantera se espera más de los dos delanteros referencia. El ‘pirata’ ha ido bajando en números goleadores, pero su presencia da muchas cosas al equipo y, con los 35 goles como bermellón, ha dado muchos puntos. Mientras, Larin no ha encajado y pese a que sus cifras de este curso (siete goles y dos asistencias) no son números alarmantes, su coste económico es un lastre para lo que ha aportado. Él quiere salir y el Mallorca lo mismo, que salga, pero habrá que ver si cedido (como él pretende) o traspasado.
Es por ello por lo que el club quiere aligerar masa salarial y traspasar este verano. En caso contrario, deberán reinventarse para hacer “un buen mercado”, algo reclamó el técnico Jagoba Arrasate en repetidas ocasiones antes de marcharse de vacaciones. Y es que la plantilla, una de las más veteranas de la categoría, durante la segunda vuelta de la temporada, reflejó la falta de mimbres de calidad o de fondo de armario. Se necesita remodelar el equipo y varias posiciones.
Muchos frentes abiertos
Hay muchas carpetas abiertas para afrontar este mercado. Seguramente es el verano en el que Ortells tenga más trabajo. El culebrón de la portería, el futuro de Maffeo, la situación de Copete (que no ha aceptado la última propuesta de renovación y quiere salir), la poca confianza en Van der Heyden, los posibles cambios en el lateral izquierdo, fichar extremos de calidad para no repetir los grandes fracasos de Valery o Chiquinho, sumar ‘gol’ al equipo, que escasea en las últimas temporadas, solucionar el futuro de Larin, posibles cesiones, jugadores que deberán ganarse un hueco en pretemporada... y mucho más.
El club ha trabajado estos últimos meses en atar el futuro de diferentes piezas como Leo Román, Greif o Copete, sin llegar a acuerdos. Sí se tiene cerrada la renovación por objetivos de Raíllo, que seguirá mínimo hasta 2027 (podría anunciarse en julio por un tema de contratos o antes), el equipo quiere que siga el ‘Pichu’ Cuéllar (es probable que se haga próximamente) o la continuidad de Mateu Morey, confirmada este miércoles.
El freno puesto... otra vez
Todo sea dicho. El pasado verano, lo de poner el freno no es nuevo. El pasado verano, después de reinvertir en fichajes lo ingresado por la venta de Kang In Lee en 2023 con las incorporaciones de Sergi Darder, Cyle Larin y Van der Heyden, se cortó el grifo. Y es que la prioridad es la auto financiación y moverse en los 60 ‘kilos’ de límite salarial, no aumentar como otros clubes que también trabajan la auto financiación para seguir escalando posiciones en LaLiga.
En el último mercado veraniego el club invirtió solamente 1,5 millones en Mojica y 850.000 euros en Robert Navarro. Sólo con la venta de Gio González, se ganaron 4 ‘kilos’. A plazos, como dijo el propio Mallorca, pero lo mismo sucede con los fichajes que se realizan. También traspasaron a Rajkovic y Amath Ndiaye, por cifras que se cerraron en torno a los 8 y 9 millones, descontando porcentajes para otros clubes.
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