Un gol de Carles Pérez le dio el Memorial Quinocho a un Celta en evolución y que planteó un partido serio ante un buen rival como el Olympique de Lyon. Fue la puesta de largo de los vigueses ante sus aficionados.
Arrancó Rafa Benítez con un equipo compuesto por un buen puñado de teóricos titulares, apostando por un 4-4-2, probando a Cervi en el lateral izquierdo y en el que sigue dando minutos a un canterano como Hugo Sotelo.
El Celta fue un equipo ordenado, serio, que generó alguna ocasión y que tuvo el partido controlado, a pesar de que Iván Villar tuvo que realizar una intervención meritoria en los primeros compases de partido.
Tras la reanudación, los vigueses buscaron el gol. Advirtió Carles Pérez con un buen disparo y sería el catalán el que inauguraría el marcador y conseguiría, a la postre, el único tanto del encuentro. El Celta había insistido y recibía premio.
En ese segundo tiempo, de forma escalonada, se sucedieron los cambios. Debutó Manu Sánchez con la elástica celeste y disputó sus primeros minutos de la pretemporada, un aplaudido Gabri Veiga. En los últimos compases, el cuadro galo buscó el empate pero el Memorial Quinocho se quedó en Vigo.
