El Gobierno socialista ha acordado con sus socios (de momento el PNV y Junts) una batería de cambios fiscales entre los que destaca, desde el ámbito de los conductores, la subida de los impuestos al diésel para equiparar su precio al de la gasolina.
El PSOE, que ya intentó una medida similar en 2021 (entonces no salió adelante por la oposición del PNV), propone de nuevo equiparar la fiscalidad del diésel y la gasolina. Lo hace en función de las peticiones europeas para desbloquear nuevos fondos Next Generation (en este caso, 7.200 millones de euros)
Para ello subirá el impuesto de hidrocarburos para el gasóleo (excepto el profesional), que pasará de 0,379 euros el litro a 0,47269 euros el litro. Es decir, el litro de diésel se encarecerá en casi 10 céntimos por litro. O lo que es lo mismo, en un depósito de 50 litros -una capacidad que se puede considerar promedio en los coches modernos- llenarlo nos costará 5 euros más.
La medida, que entraría en vigor el 1 de abril de 2025, tendrá una única excepción: si durante dos meses consecutivos el precio de venta del diésel supera los dos euros por litro (actualmente ronda los 1,5). Si se da esa circunstancia, el impuesto se reduciría a 0,422 ¤/l.
Más subidas... y bajadas de impuestos
La subida de los impuestos al gasóleo no es la única que pretende sacar adelante el Ejecutivo de Pedro Sánchez. El Gobierno también convertirá en impuesto definitivo el gravamen sobre el líquido de los vapeadores (0,15 euros por mililitro o 0.20 dependiendo de la cantidad de nicotina que contenga), subirá los impuestos al tabaco desde el 1 de enero de 2025 (35 céntimos más) y la tributación del ahorro (las rentas superiores a los 300.000 euros pagarán un 29 % en lugar del actual 28).
Finalmente, el Gobierno también gravará los alquileres de corta duración (menos de 30 días), una medida destinada a los pisos turísticos, que dejarán de estar exentos de IVA.
Las medidas también contemplan una bajada del impuesto de sociedades para las empresas que facturan menos de un millón de euros, que pagarán un 17 % por los primeros 50.000 euros de base imponible y el 20 % por el resto, en lugar del 23 % actual.
Para que todos estos cambios fiscales salgan adelante, las enmiendas al proyecto de Ley en el que se consignan deberán ser refrendadas por Bildu, ERC, Sumar o Podemos, que todavía no han dado su visto bueno a todos los cambios propuestos... algo que sí han hecho el PNV y Junts.