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El desembarco incesante de firmas chinas ha dejado de ser una novedad en el mercado español. A destacar la presencia tanto de marcas enfocadas a la electrificación como BYD y otras que buscan captar al cliente con una relación calidad-precio más que interesante, como es el caso de la terna del Grupo Chery formada por Omoda, Jaecoo y Ebro. Otras como MG fueron las encargadas de abrir el camino al resto, circunstancia que ahora ha comenzado a pasarles factura a tenor de los últimos inconvenientes relacionados con su postventa. Entonces, ¿cuántos trozos del pastel quedan realmente disponibles para que entre en el mercado otra marca china más? La respuesta a esa pregunta va relacionada, en mayor medida, con el conjunto de cualidades que quiera aglutinar cada una y que en el caso del Livan X6 Pro son bastantes, a decir verdad.
Comenzando en este caso por el precio, pues este SUV medio de 4,53 metros de largo (es un rival directo por tanto de los Hyundai Tucson, Nissan Qashqai, KIA Sportage o los propios Omoda 5 y Jaecoo 7), arranca en tan solo 26.995 euros, que se pueden quedar en 24.995 euros si se decide financiar. Una tarifa de auténtico derribo que se queda incluso por debajo de algunos de sus principales compatriotas pero que llega a ser incluso mayor si se tiene en cuenta el amplísimo equipamiento de serie que ofrece. Porque sin coste alguno, ya que solo se vende bajo un único nivel de acabado, cuenta con techo panorámico, tapicería de cuero sintético, asientos delanteros deportivos, con regulación eléctrica y calefacción, y arranque sin llave, cámara y sensores de aparcamiento traseros y apertura de maletero remota.
Tirada limitada
¿Hay truco entonces? Ninguno. Cierto es que el coche carece de elementos como el navegador o conexión con Apple CarPlay y Android Auto, aunque esta sí se obtiene de manera inalámbrica gracias a un pequeño dispositivo que se conecta a uno de los dos USB delanteros (la idea de la firma es integrarla de manera invisible en un futuro cercano), aunque lo más llamativo está relacionado con el tema de las ayudas a la conducción. Porque Livan consigue evadir la normativa que entró en vigor en julio del año pasado mediante la cual hay determinados asistentes debían ya ser obligatorios en todos los coches.
Hablamos en este caso de sistemas como la frenada automática de emergencia, el detector de cambio de carril, la alerta de tráfico cruzado trasero, el asistente de velocidad inteligente, el sistema de somnolencia y distracción o el control de crucero adaptativo, todos ellos ausentes en el modelo por no incluir las diferentes cámaras que consiguen que funcionen. Una excepción que es posible de manera temporal para los fabricantes que comercialicen series cortas (algo más propio de marcas de grandes superdeportivos o coches de muchos ceros, como Ferrari o Aston Martin) y que nos resuelve la duda de por qué la firma china solo ha previsto unas ventas anuales de 520 unidades, cuando durante la presentación expresaron que "si les gustaría poder vender más". Con todo, ello no significa que el Livan X6 Pro no esté dotado de ayudas, pues sí trae el control de velocidad, el monitor de sensor de neumáticos o alerta de velocidad que sí entran dentro de la normativa.
Un solo motor y sin hibridar
Porque la explicación inicial de esa previsión tan reducida también podría estar relacionada con la mecánica elegida para impulsarle, pues el Livan X6 Pro aterriza en nuestro mercado con un solo motor que, además, no ofrece posibilidad de lucir la etiqueta ECO. En este caso se trata, claro está, de un bloque de gasolina 1.5 TGDI turbo desarrollado íntegramente por su grupo matriz, Geely y más concretamente por Lynk&Co, que genera la nada despreciable cifra de 174 CV y 290 Nm, disponible a partir de las 2.000 rpm para, en combinación con una transmisión automática de doble embrague y siete marchas, conseguir unas prestaciones más que correctas: 9,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y 190 km/h de velocidad máxima.
De momento la marca no se fija el objetivo de la hibridación aunque sí son conscientes de que si el Grupo Geely les facilita un motor de estas características, ya sea micro-híbrido o híbrido autorrecargable, no dudarán en introducirlo en la gama aunque nos confirman que con este bloque de gasolina quieren llegar a todo tipo de conductores y no solo a los que residen en las grandes ciudades, que son los que realmente están preocupados por las etiquetas. Lo que es evidente es que, de hacerse realidad, no será en el X6 Pro, sino en otro modelo quizá de una categoría inferior. Del mismo modo no descartan la introducción de alternativas híbridas enchufables y/o eléctricos de autonomía extendida dada la experiencia del conglomerado a través de sus otras marcas como Volvo o Zeekr.
Conducimos el Livan X6 Pro
Con estas premisas en la cabeza, lo cierto es que este motor consigue satisfacernos mucho. Si bien de primeras esperábamos la aspereza de otros bloques de gasolina de firmas compatriotas, la realidad es que este 1.5 TGDI se comporta de manera notable, tanto por suavidad como por empuje. No es un derroche de prestaciones como hemos visto en los datos pero en circulación real no da sensación de quedarse ahogado, todo lo contrario; en el régimen medio de vueltas responde con solvencia y se apoya a la perfección en una transmisión que es precisa y no da tirones. Solo echamos en falta que cuente con levas tras el volante, pero la sensación general es muy buena.
Algo que también confirmamos con el confort de rodadura, determinado por unas suspensiones bien calibradas que filtran los baches. Lástima que el tacto de la dirección no sea tan preciso como querríamos y en carreteras demasiado reviradas nos obligue a corregir trayectoria. No obstante, hay que tener en cuenta que el público objetivo de este coche son las familias y aquí el tipo de conducción es otro.
Donde tampoco podemos estar contentos es en el consumo de combustible aunque aquí vuelve a ser una percepción del mundo electrificado en el que vivimos y que nos tiene acostumbrado a valores bajos. Porque leer que el Livan X6 Pro homologa un gasto de 6,8 l/100 km quizá pueda echar atrás a muchos s, más cuando en conducción real, al menos durante la ruta establecida, la media se elevó a los 8 l/100 km, lo que provoca que la autonomía final sea de unos 700 km.
Para no quedarnos con un mal sabor de boca hay elementos que sí nos han agradado, como que los tres modos de conducción sí varíen de manera perceptible el carácter del coche, siendo el Eco menos enérgico y remolón, el Confort más equilibrado y el Sport algo más picantón, con una dirección que parece 'pesar' más, una respuesta del motor más viva y un recorrido de las marchas más alto. Además, el coche memoriza el último programa elegido al volver a encenderlo, algo que no muchos pueden decir.
Visualmente agradable y bien rematado
Para el final hemos dejado el que otrora era el aspecto clave a la hora de comprar un coche: el diseño. En este caso, el X6 Pro es un coche elegante, que tiene detalles llamativos como la enorme parrilla delantera cromada, las llantas de 18" con un diseño aerodinámico, el techo de tipo flotante gracias a la moldura cromada que lo cruza (y que recuerda al Arona) o la tira catadrióptica trasera que aporta anchura.
De puertas hacia dentro la presencia es muy notable, con una elección de materiales muy buena y ajustes a priori bien realizados. Tampoco desmerecen los comentados asientos de corte deportivo bi-color o algunos detalles satinados. El aspecto tecnológico está igualmente conseguido gracias al doble monitor de 12,3 pulgadas, uno para el cuadro de instrumentos y otro para el sistema multimedia, que quizá peca de ser demasiado simplón tanto en número de funciones como en manejo y visualización. Junto a ellos y casi en el campo de visión del copiloto, es decir, muy alejado del conductor, hay otro pequeño display de 4,2 pulgadas desde el que se pueden manejar funciones como la radio o, incomprensiblemente, el climatizador quedando muy a desmano en el caso de que viajemos solos.
Si nos ceñimos al confort y el espacio, la realidad es que este Livan X6 Pro obtiene también muy buena nota confirmando la máxima de que los coches chinos 'piensan' en la comodidad de sus ocupantes. Así lo percibimos con unos asientos traseros mullidos y anchos en los que además se ha prescindido del túnel central por lo que el del centro no irá incómodo. Solo la sensación de ir con las posaderas hundidas y las rodillas demasiado elevadas puede resultar extraña pero en líneas generales tenemos un amplio espacio, enfatizado por el enorme techo panorámico de más de 1 m cuadrado de extensión.
En el otro lado de la balanza está el maletero, que vuelve a confirmar lo dicho anteriormente, que los coches chinos buscan el confort de las personas pero no están pensados para cubrir largos viajes (para eso ellos emplean otros medios de transporte). Este es el motivo de que el volumen sea solo de 359 litros, es decir, un hueco muy escaso, por debajo de rivales que tienen de 500 litros hacia arriba. Al menos ofrece unas formas regulares y cuenta con rueda de repuesto de ¡tamaño normal! Es aquí donde quizá se abra la posibilidad de comprar un kit reparapinchazos, extraer dicha rueda y contar con otro compartimento que bien puede ser de otros 100 litros, estando además protegido.
En definitiva
Puede que de inicio Livan parezca otra marca más cuando en realidad quiere situarse como ese escalón de entrada a la movilidad, similar a lo que hizo Dacia hace dos décadas. Su primer paso lo dio con el X3 Pro y ahora sube varios peldaños el nivel con este X6 Pro que, eso sí, no escatima en ofrecer un precio más que razonable y asequible, acompañándolo de un equipamiento de lo más completo. Tiene alguna laguna, sí, como ese único motor de gasolina o el tema relacionado con los asistentes a la conducción, pero en líneas generales puede llegar a tener una muy buena acogida si consigue que la gente se fije en su precio.