Los Sixers se llevaron a Paul George en la agencia libre del verano. Era uno de los peces gordos del mercado y acabó en Filadelfia provocando entre los aficionados sensaciones entre el optimismo por el nuevo proyecto y prudencia viendo los antecedentes médicos que arrastra a sus 34 años. Han pesado más los segundos. El alero estará de baja unas seis semanas y se perderá lo que resta de temporada.
George ha sufrido todo tipo de problemas físicos durante el curso, saliendo casi a lesión por mes: dos hiperextensiones de rodilla en octubre y noviembre, respectivamente, un problema en el tendón de un dedo en enero y una dolencia en la ingle en las últimas semanas. Ahora, el periodista Shams Charania ha informado que el alero ha estado jugando tras tomar analgésicos y que, después de consultar con varios doctores sobre la mejor manera de recuperarse, ha recibido inyecciones en el aductor y la rodilla izquierdos antes de que la franquicia se decidiera a pararlo definitivamente.
El alero cierra la campaña con 41 partidos disputados y la sensación de haber estado muy lejos de su mejor nivel o al menos de uno decente. Sus promedios han sido de 16,2 puntos, 5,3 rebotes y 4,3 asistencias. Y entre sus lesiones y las de Joel Embiid, los Sixers apenas han podido disfrutar de dos de sus estrellas al mismo tiempo en pista. Hace menos de un mes que se supo que el pívot tampoco volvería a jugar este curso por una lesión en la rodilla izquierda.
Dos contratos astronómicos... y arriesgados
El verano pasado, los Sixers firmaron a ambos contratos astronómicos. Convencieron a George con una oferta de cuatro años a cambio de 212 millones de dólares y renovaron a Embiid por tres temporadas y 193 millones. Los dos están entre los seis jugadores mejor pagados de la NBA. El pívot es segundo con 51,4 millones esta temporada y el alero es sexto con 49,2. Entre los dos, más de 100 millones que están en la enfermería. El riesgo, viendo su historial de lesiones, era altísimo.
La baja de George reafirma el año maldito de los Sixers, que también han visto a Tyrese Maxey, Kyle Lowry, Kelly Oubre Jr. y Andre Drummond perderse un buen puñado de encuentros. A principio de temporada. la franquicia aspiraba a competir el Este con los Celtics y ahora marcha decimotercera con un balance de 23-45.
Su mayor aspiración es seguir perdiendo partidos y mantener la elección en la primera ronda del draft, protegida si está entre los seis primeros. Si no, pasaría a manos de los Thunder. Un objetivo tristísimo.
Ante los Rockets no pudieron aguantar la renta de 25 puntos que consiguieron en el tercer cuarto (60-85) tras una gran primera parte. Acabaron perdiendo en la prórroga por 144-137 pese a los 46 puntos de Quentin Grimes. Fue su tope personal, conseguido con otro triples, y añadió 13 rebotes.
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