Los Bulls perpetraron una de las peores primeras partes en la historia de la NBA. Los de Chicago anotaron sólo 29 puntos en su duelo ante los Pistons, que llegaron al descanso con 71. El récord negativo lo tienen los Suns que, en un encuentro ante los Lakers en enero de 2016, se quedaron en 22.
Los 42 de diferencia al descanso marcaron un tope para los Pistons al descanso. La paliza del United Center apuntaba a entrar en los libros de récords de la Liga pero el marcador final se quedó en sonrojante, no llegó a histórico: 92-132. Cade Cunningham, con 20 puntos, seis rebotes y siete asistencias fue el mejor en las filas visitantes y en el encuentro.
Los locales metieron 18 puntos en el primer cuarto y 11 en el segundo. Antes del descanso sólo convirtieron 12 de sus 52 tiros de campo (23,1%), incluido y terrorífico 1/23 en triples que ofreció un 4,3% de acierto. Fallaron los 20 primeros hasta que Ayo Dosunmu estrenó por fin la cuenta cuando acababa el segundo periodo. También perdieron casi tantos balones, 10, como canastas anotaron.
Los aficionados de los Bulls comenzaron a abuchear al equipo. "Es nuestra responsabilidad como jugadores darles algo por lo que animar. Probablemente nos lo merecíamos. No les dimos nada. Estábamos abajo por 40 puntos en la primera mitad y eso no es aceptable", dijo Josh Giddey.
Tras pasar por los vestuarios, los Bulls encontraron el camino al aro de los Pistons y acabaron ganando por dos puntos el parcial de la segunda mitad. El novato Matas Buzelis, con 12, fue el mejor anotador de un equipo que ha sufrido modificaciones durante el mercado de fichajes.
Una plantilla aún más debilitada
La semana pasada envió a Zach LaVine a los Kings y del núcleo de jugadores importantes de los últimos años ya sólo quedan Nikola Vucevic, Coby White y Ayo Dosunmu. Arturas Karnisovas, ex jugador del Barcelona y desde años mánager general de la franquicia, traspasó en su día a Alex Caruso y DeMar DeRozan sin apenas obtener nada a cambio.
Los Bulls, con un balance de 22-32, ha quedado como uno de los equipos más débiles de la NBA. Ocupan actualmente la décima plaza del Este, la última que da al play-in, pero no parece factible que puedan mantenerla. Con actuaciones como esta última, imposible.
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