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Damian Lillard, uno de los grandes 'killers' de la NBA, no ha perdido ese olfato ganador que siempre tuvo en los finales de partido pese a haber sufrido una conmoción cerebral que le impidió jugar los últimos tres encuentros de su equipo. El base de los Bucks, en su reaparición, dio el triunfo a su equipo al anotar una canasta a 3,9 segundos del final para sentenciar a los Rockets (101-100).
Aunque acabó el partido con 18 puntos, no tuvo su mejor día en el tiro con 6/12 t2 y 0/6 t3. Aportó 4 rebotes y 10 asistencias, pero cuando el partido se tuvo que decidir en los instantes finales, demostró que no ha perdido su instinto asesino y anotó la canasta del triunfo.
He jugado fútbol americano, he practicado boxeo mucho tiempo y he estado en algunas situaciones en las que se esperaría que hubiera tenido una conmoción cerebral antes, pero fue la primera vez
Tras el encuentro explicó sus sensaciones después de haber tenido que parar por el estricto protocolo de la NBA en el caso de las conmociones cerebrales. "Fue la primera vez en mi vida que sufrí una conmoción cerebral", confesó. "He jugado fútbol americano, he practicado boxeo mucho tiempo y he estado en algunas situaciones en las que se esperaría que hubiera tenido una conmoción cerebral antes, pero fue la primera vez".
"Algo no anda bien"
itió que la obligada pausa que tuvo que hacer no fue fácil: "Por lo general, cuando algo no va bien en mí, siento que puedo superarlo por mi cuenta y que estoy bien. Esta fue probablemente una de las primeras veces en mi vida y definitivamente en mi carrera en la NBA en que pensé: 'Algo no anda bien'. Fue un poco frustrante porque no tuve otra opción que pasar por el proceso. Simplemente tuve que reconocer cómo me sentía y sabía que no estaba del todo bien".
Ya sea que esté en racha o no, tiene esa cosa dentro de él que le hace creer que debe hacer el último tiro y acertar el último tiro. Y lo hace una y otra vez
Su entrenador, Doc Rivers, le alabó por esa virtud de cerrar los partidos, llegando a compararle con uno de los mejores tiradores de todos los tiempos. "Dame tiene un gran coraje, ¿sabes?. Me recuerda mucho a Ray Allen en ese sentido. Ray no tuvo muchas noches malas en cuanto a tiros, pero cuando tenía una, si tenías que hacer un tiro, aún querías recurrir a él. Y eso es lo que sientes por Dame. Ya sea que esté en racha o no, tiene esa cosa dentro de él que le hace creer que debe hacer el último tiro y acertar el último tiro. Y lo hace una y otra vez".
El pie en el acelerador hasta el final
Los Bucks perdían 100-99 cuando Lillard tuvo el balón en sus manos en los segundos finales. Se abrió paso hasta la zona, dividió a dos defensores y anotó una bandeja que dio a Milwaukee la ventaja definitiva. "Sentí que era uno de esos partidos en los que tenía que seguir adelante, mantener el pie en el acelerador hasta el final", dijo Lillard. "Todo se redujo a esas dos últimas jugadas. Me quedaba una y pudimos frenar su ataque en el otro extremo".
"Traté de acelerar mucho mi camino a través de los protocolos para poder volver y creo que eso terminó jugando en mi contra
Fue el momento con el que soñaba Lillard tras haber estado trabajando toda la semana para poder reaparecer: "Traté de acelerar mucho mi camino a través de los protocolos para poder volver", dijo Lillard. "Creo que eso terminó jugando en mi contra. Hice 30 minutos de ciclismo, 30 minutos en la cinta de correr, 30 minutos en la cancha, todo en un día solo para tratar de ver cómo me sentía. Vi que no estaba bien. Y luego, a partir de ahí, hice entrenamientos de 45 minutos en la cancha, solo tratando de hacer ese ritmo rápido, menos descansos, cosas así solo para esforzarme y tratar de compensar el no estar en la cancha".
Brook Lopez, autor de 27 puntos (6/7 t2 y 5/8 t3), 10 rebotes, 3 robos y 4 tapones fue uno de los dos grandes aliados que tuvo Lillard en el triunfo. El pívot de 36 años se convirtió en el jugador más veterano de la historia de la NBA que firma una línea estadística así.
Antetokounmpo, sólido
La otra pata del banco sobre la que los Bucks cimentaron su triunfo fue Giannis Antetokounmpo, que aportó 20 puntos (9/17 t2), 13 rebotes y 4 asistencias. El griego felicitó a su compañero Lillard del que destacó su capacidad casi innata para sentenciar los partidos: "Creo que es uno de los mejores que jamás haya visto sentenciando partidos", dijo la estrella de los Bucks, que parecen haber dejado atrás esa racha de seis derrotas seguidas tras haber ganado tres de los últimos cuatro partidos, todos ellos en su cancha.
Creo que Damian [Lillard] es uno de los mejores que jamás haya visto sentenciando partidos
Peor les fue a los Rockets, que vieron truncada una racha de cinco victorias seguidas con la canasta in extremis de Lillard. Ni siquiera la gran actuación de Fred VanVleet, autor de 26 puntos (6/12 t2, 3/11 t3 y 5/5 tl), 6 rebotes, 5 asistencias, 1 robo y un tapón, bien secundado por Jalen Green (21+9+2) y Alperen Sengun (18+7+5) bastó a los de Houston para mantener su racha.
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