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- Directo. Real Madrid - Manresa
La Copa del Rey es el torneo más especial del baloncesto español. Congrega a aficiones desde todos los puntos de la geografía nacional, son partidos sin nada que guardarse, de 'mata-mata' y las leyendas (la última será Marcelinho Huertas tras sus cuartos de final contra el Barça) se recuerdan para siempre. Muchas historias configuran el gran libro de oro de la Copa, aunque hay una que ha tornado en maldición. Los anfitriones están de fiesta hasta el primer salto entre dos. Ahí empieza su calvario.
No es un decir. La del anfitrión es la gran maldición de la Copa del Rey. Una que ya se extiende durante 22 años y podría irse a 23 si Dreamland Gran Canaria no da el gran campanazo. Porque cerrará los cuartos contra el favorito Valencia Basket (21:30 horas), después tendrá unas semifinales de altos vuelos y en la final esperarán Unicaja o La Laguna Tenerife. El camino a ser campeón es arduo y ningún anfitrión lo consigue desde hace más de dos décadas.
El último fue Baskonia. Corría 2002 cuando el equipo vasco cimentó una temporada de leyenda con el triunfo en su Copa del Buesa Arena. Fue una final vibrante, en la que Elmer Bennett tiró de clase para anotar el tiro decisivo (85-83) ante el Barça. Tomasevic fue nombrado MVP del torneo para los de Dusko Ivanovic y su gente enloqueció con la corona. No lo sabían todavía, pero sería el segundo y último título hasta la fecha de un organizador en la Copa.
El que más se quedó cerca en tiempos recientes fue el Real Madrid. Llegó a la final de la Copa 2021 en el WiZink Center (actual Movistar Arena), esa que estuvo marcada por la pandemia. Era la reedición de la polémica final de 2018 y 2019 ante el eterno rival, pero no tuvo color contra un Barcelona (73-85) atómico. Rozó romper la maldición, pero ni se acercó.
Tenemos confianza, a un partido todo es posible"
"Tenemos confianza, a un partido todo es posible", recalcó Jaka Lakovic, técnico del Gran Canaria. No cree en maldiciones, claro. Debe trabajar desde el día 1 para neutralizar al Valencia, primero, y lo que venga después en el horizonte. "Estamos física y mentalmente preparados para disfrutar del torneo", cerró. Ante ellos, la gran sombra que recae sobre los anfitriones.
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