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Sara Alonso gana la Zegama-Aizkorri y Andreu Blanes es segundo

Gran actuación española en la prestigiosa carrera, con victoria en categoría femenina y la segunda plaza de Blanes, tras el marroquí Elazzaoui, en categoría masculina

Andreu Blanes y Sara Alonso
Andreu Blanes y Sara Alonso
Actualizado

Gran actuación española en el maratón de montaña Zegama-Aizkorri. Sara Alonso dio la sorpresa al lograr el mejor triunfo de su carrera en esta prueba que dominó de principio a fin. En categoría masculina, por su parte, el atleta marroquí Elhousine Elazzaoui hizo buenas las apuestas que pronosticaban su triunfo, en la que el español Andreu Blanes, el gran animador de la carrera, tuvo un notable papel.

Alonso, que sí entraba en los pronósticos para los tres primeros puestos, tenía la dura competencia de la dorsal número uno, la noruega Sylvia Nordskar que fue la ganadora de la última edición, pero la nórdica no mostró buenas sensaciones en ningún momento y allanó la victoria de la donostiarra.

Alonso, que solo había corrido una vez esta prestigiosa carrera en la que consiguió la tercera plaza en 2022, está en un momento excelente de forma y ahora quería más, por lo que se lanzó a tumba abierta tras darse la salida en la bella localidad del interior guipuzcoano.

Alonso fue marcando los mejores registros en todo el recorrido, mediado el cual surgió la competencia de la suiza y otras de las favoritas, Judith Wider, que junto a su compatriota Theres Leboueuf se mantuvieron a una distancia prudencial de a la postre ganadora.

Cuando coronó en solitario el monte Andraitz, la última dificultad, ya estaba claro que solo una desgracia en forma de lesión o caída le impediría llevarse el triunfo pero esta vez, y después de varios reveses en ediciones anteriores, tocó cara.

Alonso se llevó una merecida victoria que la sitúa entre la élite mundial de las maratones de montaña, por delante de la helvética Wyder y de Malen Osa, que lograró también una prestigiosa tercera plaza.

Segunda plaza de Blanes

En la prueba masculina, el maratón empezó muy rápido y ante la ausencia del campeón en once de las ediciones de esta prueba y mejor especialista mundial, Kilian Jornet, quedaba abierto el camino a la victoria y la posibilidad de sorpresa.

La primera de ellas la protagonizaría Blanes, el especialista en 3.000 obstáculos que se quedó a las puertas de la clasificación olímpica en París y que, en su nuevo proyecto atlético, a las primeras de cambio está rindiendo de maravilla.

Blanes llegó destacado al mítico Sancti Spiritu, antes lo había hecho al pedregoso alto de Aratz ante una marea humana que jaleaba al maratoriano alicantino, y sacaba una pequeña y esperanzadora ventaja al grupo de elegidos.

En ese grupo transitaba Thomas Cardin, el italiano Luca del Pero y el favorito marroquí Elhousine Elazzaoui, con Nadir Maguet y el suizo Delorenzi a minuto y medio para acechar la buena marcha del español y algo más retrasado venía Daniel Pattis.

El Sancti Spiritu, abarrotado por miles de aficionados, lo disfrutó Blanes en cabeza antes de acometer la segunda mitad de este duro maratón beneficiado por la ausencia de barro pero con un calor que no favorecía las marcas.

Mediada la carrera cedió Blanes su privilegiada posición en el imponente Aizkorri y, de menos a más, llegó el italiano de 27 años Daniel Pattis junto al favorito Elazzaoui, con el africano esperando su momento para el ataque.

Pattis marcó el ritmo en el último tercio de la prueba, con Elazzaoui manteniendo o visual un poco más atrasado y el español Blanes defendiendo con uñas y dientes la tercera plaza, algo más retrasado pero sin descartarse para ningún puesto.

Blanes quería más y, a las dos horas y media de carrera, cuando el cansancio hacía mella y la técnica marcaba diferencias, surgió la figura del que fuera subcampeón mundial junior en carreras de orientación, quien volvió a hacerse cargo de la cabeza de carrera y asestó un golpe moral de indudable importancia a sus compañeros de fuga.

El marroquí Elazzaoui, sin embargo, no dejó pasar la oportunidad para dar el hachazo decisivo que toda la afición esperaba y lo hizo en el último alto, el de Andraitz a poco más de diez kilómetros de meta, para marcharse en solitario.

El marroquí ya no cedió en un terreno que era todo bajada hasta la meta y que, ante la ausencia de barro, se convirtió en toda una autopista para el brillante triunfo del favorito que gano con solvencia con Blanes en una meritoria segunda posición.

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