Algo está cambiando en MotoGP en las últimas fechas. Tras años de dictadura de Ducati, varios actores se están revelando contra la hegemonía de la marca italiana. En el Gran Premio de Gran Bretaña, vimos un esbozo de ese nuevo decorado que empieza a tener la máxima categoría de las dos ruedas y que perjudica y mucho a Marc Márquez.
En Silverstone, y por tercera carrera consecutiva, la pole recayó en la Yamaha de Fabio Quartararo. El francés está todavía a la espera de que los japoneses consigan hacer una montura que dure toda la carrera a unas altísimas prestaciones. A una vuelta empieza a ser más rápida que la Ducati, cuando hace un año estaban a un segundo, lo que es un síntoma inequívoco de que algo está cambiando.
El letargo de Yamaha
El piloto francés decidió apostarlo todo a Yamaha cuando la escudería japonesa dejó de ganar de golpe y porrazo. El galo había ganado el Mundial de 2021 y lideraba el de 2022 cuando el equipo se quedó bloqueado, no siendo capaz de evolucionar su motocicleta hasta este año. El talento, sin embargo, ha permanecido intacto en un piloto que no perdió la fe en los japoneses.
Yamaha ha empezado a carburar desde hace un mes como en los viejos tiempos. Tras ser decimoquinto en la primera carrera de la temporada, Quartararo fue segundo en el Gran Premio de España y abandonó cuando lideraba la carrera en el Gran Premio de Gran Bretaña por un problema de motor. Esa evolución ha hecho que le tiemblen las canillas hasta al mismísimo Marc Márquez.
El ilerdense sabe perfectamente que 'El Diablo' es un pilotazo que puede hacerle mucho daño en el futuro. Porque si hay algo evidente es que Yamaha, la casa que encumbró a Valentino Rossi y a Jorge Lorenzo, tiene presupuesto y sabe hacer motos ganadoras. El equipo cuenta con más de un centenar de victorias en MotoGP y parece haber encontrado la tecla.
A Ducati le crecen los enanos
Por contra, Ducati lleva varias carreras muy dubitativa. El equipo está teniendo problemas con el modelo de 2025. Pecco Bagnaia, piloto estrella de la compañía hasta la llegada de Marc Márquez, no quiere directamente conducirla y se plantea volver al modelo de 2024 que tan buenos resultados está brindando a Álex Márquez.
Por su parte, Marc siente que está en el sitio adecuado para ganar su noveno Mundial -que le igualaría en títulos a Rossi-, pero es consciente de que la amenaza a medio plazo de Quartararo puede cortarle las alas para obtener más títulos. El español probablemente adoptará una postura conservadora de aquí al final del campeonato, como sucedió en las últimas dos carreras, para no perder puntos por caídas y conseguir la corona.
Las últimas sorpresas
En mitad de todo este panorama, la anomalía estadística para Ducati sigue creciendo. En el Gran Premio de Francia ganó una Honda con Johann Zarco como autor de la gesta, mientras que en Silverstone Marco Bezzecchi se alzó con el triunfo con la Aprilia. Aunque pueden parecer resultados circunstanciales, la realidad es que el gallinero se está removiendo y mucho para una Ducati que creía tenerlo todo bajo control.
Una pista final de que viene marejada la ha dado el campeón de 2024: Jorge Martín. El hasta ahora piloto de Aprilia abandonará el equipo italiano y será uno de los principales atractivos del mercado. Viendo que la Ducati va en declive y las marcas japonesas están en auge, quién puede negar que el madrileño no puede hacer una jugada maestra y subirse a la moto ganadora en el actual clima cambiante de MotoGP. Ahora ser agente libre es un chollo.
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